¿Está la prensa derrotada?

17/12/2012

Carmela Díaz.

Martes 11 de diciembre. Mediodía. Sede del histórico periódico ubicado en la calle Luca de Tena. Espacio que rodea a la biblioteca de la casa, flanqueada por un patio andaluz que la leyenda urbana atribuye al capricho de Ansón –quien habría ordenado trasladar piedra a piedra desde Serrano-, presidida por sendos cuadros del Jefe del Estado y su esposa -posiblemente uno de los retratos más elegantes de Doña Sofía-. Foro ABC con el ministro de Justicia como invitado. Desbarajuste absoluto y trato vejatorio hacia los medios asistentes. Se les convoca a las 13:15h comenzando el ponente su intervención pasadas las tres y media. Durante ese largo período de tiempo:

1.  No se les permite la entrada a la sala en la que tiene lugar el cóctel, cerrándoles la puerta en las narices. Si no fuese porque se trata de una conferencia-almuerzo esto se podría pasar por alto, aunque yo jamás lo pondría en práctica. Hay que facilitar la labor a los periodistas -sea cual sea el lugar que ocupan en el escalafón-. Primero, porque son personas; segundo, porque tienen la llave de la opinión pública, tercero porque se les convoca para que cuenten lo que ven.
2. Tras casi una hora de tiempo perdido, esperando de pie, se montan sobre la marcha unas mesas de plástico para que, hacinados cual hormigas, los medios puedan trabajar.
3. De que los susodichos prueben bocado -mientras en la sala contigua degustan banquete-, ni hablamos. Apenas unas escasas bandejas de catering para más de cuarenta personas -la mayoría se quedó sin almorzar.

Algunos comienzan a protestar ante la organización y estas van siendo las respuestas.

1. Una de las responsable de prensa de ABC se lava las manos proclamando ufana que las quejas por semejante caos –luego reconoce el desastre– se dirijan hacia Deloitte (uno de los patrocinadores). Querida, es tu casa, ejerces de anfitriona y a los que se está denigrando son a tus compañeros de oficio. ¿Dónde quedó el señorío de la Casa? ¿Y no te enseñaron de pequeña que el patrocinador -el que paga en definitiva- es intocable?
2. Un apuesto chaval de Deloitte, educado, con buena disposición, pero algo inexperto, también hace de Pilatos culpando de todo al gabinete de prensa de Gallardón ¡¿¿??! Huy, huy, huy, como se entere el ministro… Querido, cuando representas a una compañía ante los medios, cada palabra vale su precio en oro. Y si te encuentras inmerso en un evento de tales características, ojo con quién hablas tan livianamente. Se podría volver contra ti.
3. A los integrantes del gabinete de prensa de Justicia no pudieron preguntarles, muy visibles y solícitos, no se encontraban.

Resultado: la frustración de los ultrajados ante el desbarajuste y el trato vejatorio se trasladó contra el invitado de honor, el ministro. Cada nueva declaración durante el transcurso de su conferencia fue recogida con desdén, cabreo y menosprecio entre quienes deben reflejarla en sus respectivas cabeceras, siendo cada palabra rebatida y desechada antes siquiera de ser escuchada. Se presenciaron cortes de manga ante su discurso. Algo inaudito hasta la fecha. ¿Por qué les cuento todo esto? Porque si la desorganización fue caótica y el trato demencial, la resignación y el derrotismo que presencié entre los garantes del derecho de información resultaron todavía peores. “Es lo que hay”, “Estamos acostumbrados a que nos traten como escoria”, “No hay solución” era lo más pronunciado de boca de los periodistas. Algunos firmaron una irónica tarjeta entregada a ABC en la que se leía “Gracias por tratar tan bien a vuestros compañeros”. Muchos, sin embargo, evitaron estampar su rúbrica personal, aunque deseaban hacerlo, por miedo a posibles represalias “A ver si esto trasciende y voy al ERE”, “Me tengo que conformar con lo que me echen”, “No puedo permitirme decir lo que pienso”, etc. etc. etc.

¿Estamos ante el reflejo del sentir general de la sociedad española?

Pues no señores. No se trata de conformarse, ni de tragar, ni de soportar lo indecible. Hay que pelear, reclamar dignidad, respeto y unas condiciones adecuadas para el desempeño de sus funciones, que en el caso de los medios, ni más ni menos, es clave para garantizar derechos fundamentales de nuestra Constitución, recogidos en el artículo 20, que no solo ampara la sagrada libertad expresión; también el derecho a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La prensa es el eslabón necesario para garantizar una democracia fuerte, consolidada, y sostiene los cimientos indispensables para impulsar una sociedad libre. Lejos de agachar la cabeza, hay que dar la batalla. Siempre.

Twitter: @CarmelaDf

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6 pensamientos en “¿Está la prensa derrotada?

  1. Totalmente de acuerdo, Carmela, salvo un ‘pero’: no importa cómo hayan sido tratados los periodistas, ni de qué humor hayan asistido al evento, ni con qué pie se hayan levantado esa mañana. No pueden dejarse arrastrar por su cabreo a la hora de informar, porque entonces no será información objetiva ni profesional. El estado anímico no debe influir, como no debería hacerlo tampoco la ideología. Pero, ay, eso es pedir un imposible.

  2. Carmela me encanta como cuentas las cosas una vez más. Por cierto embarcada en tus islas endo qué novela más genial! Felicitaciones.

  3. Lo que describes con acierto es traducido en conducta typical Spanish la ineptitud de unos pocos la pagan los que menos lo merecen. En este caso prensa que cumplia su deber, normalmente pagamos los ciudadanos

  4. La prensa esta derrotada, los ciudadanos estamos derrotados… El problema es que hay tanto miedo, incertidumbre que pocos se pueden permitir contar las verdades del barquero como usted. Y cuando los medios aguantan con todo cuando no opinan, cuando no se expresan en libertad no hay verdadera democracia. Trsite

  5. Hay muchos periodistas que les gustaria contar y escribir las cosas como tú lo haces, pero sus jefes no les dejan…

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