La Mamounia: un hotel de ensueño

17/12/2012

Carmela Díaz. “Es el lugar más maravilloso del mundo”. Churchill a Roosevelt en 1943. Churchill hizo este comentario mientras admiraban una de las famosas puestas de sol de Marrakech.

Marrakech, ciudad de los siete santos y los cuatro colores, el azul de su cielo, el ocre de sus paredes, el verde de sus palmeras, y el blanco de la cumbre del Atlas cubierta de nieve, cuenta entre sus incontables tesoros con un hotel legendario: La Mamounia.

La mítica Mamounia es una joya de la arquitectura árabe-andaluza. Combinación de la tradición marroquí con el lujo contemporáneo, el hotel es símbolo de refinamiento, elegancia y hospitalidad. Se trata de un complejo que eclosiona las sensaciones, despierta los sentidos, convirtiéndose en un auténtico remanso de paz, con su parque de 8 hectáreas rodeado por murallas del siglo XII, en pleno corazón de la ciudad, a solo 5 minutos de la célebre Koutoubia y de la famosa Plaza Jemaa El Fnaa.

Cuenta con cuatro magníficos restaurantes que fusionan el arte de vivir con la mejor gastronomía. Todo un placer para los más hedonistas: Le Marocain, cocina marroquí mezcla de historia y modernidad, Le Français, cocina francesa contemporánea, L’Italien deliciosa cocina italiana y Le Pavillon de la Piscine, exquisitos bocados mediterráneos.

Ofrece cinco conceptos diferentes de bares, destacando la heladería y pastelería Le Menzeh Glacier&Pâtissier situado en el corazón de los jardines de La Mamounia.

Impecable salón de té, biblioteca que atesora obras únicas, un huerto 1500 m² en el que se cultivan más de 15 especies de tomates y legumbres, variedades de lechugas y vegetales, o la joya de la corona, un SPA de 2500m². Allí se disfruta de tratamientos de prestigiosas marcas como Shiseido, Maroc Maroc, La Ric, pero sobre todo, de los cinco productos exclusivos Mamounia: Ghassoul, jabón negro, agua de rosas, aceite de argán y agua de azahar.

Un toque que impresiona, solo al alcance de los que llevan el cuidado del detalle hasta el extremo para deleite de sus huéspedes, es la perfecta réplica de los salones del hotel en una sala VIP dedicada a la clientela en el aeropuerto de Menara.

Concebido en 1923 por los arquitectos Prost y Marchisio, desde su creación, La Mamounia ha demostrado ser un auténtico monumento, simbiosis de la arquitectura tradicional marroquí con el estilo Art Deco. Desde sus orígenes, nunca había sido lo suficientemente grande como para acoger a todos los que deseaban hospedarse en ella. Y es que, hasta finales de los años 30, el hotel contaba con 50 únicas habitaciones. En 1946 vivió su primera expansión, añadiendo otras cien, que serían reformadas sucesivamente en 1950, 1953, 1986, y finalmente en 2006, para una reapertura con 210 llaves el 29 de septiembre de 2009. A lo largo del año acuden visitantes de cualquier rincón del planeta. Antes de la Segunda Guerra Mundial, aquellos que venían desde Europa y Estados Unidos traían incluso sus propios muebles, pudiendo disfrutar de este exótico ambiente mientras se sentían “como en casa”. Aún permanecen en la memoria las majestuosas cenas de etiqueta de la época, en las que los hombres lucían sombreros de copa y frac, y las mujeres se engalanaban con exquisitas joyas y largos vestidos de noche.

Muchas celebridades han visitado La Mamounia. Winston Churchill solía establecer allí su cuartel de invierno. Le gustaba pasear de un balcón a otro acompañando al sol en su ruta diaria, tratando de conseguir en sus pinturas un color tan real como le fuese posible. Un gran número de sus cuadros de los jardines de La Mamounia están expuestos en el Museo Churchill de Inglaterra. A lo largo de los años, la reputación de Marrakech y de La Mamounia ha atraído la atención de directores cinematográficos. Eric Von Strohein grabó “Alerte au Sud” en 1953. También se filmó allí “El hombre que sabía demasiado” de Hitchcock. En 1955, Charlie Chaplin tuvo una gran bienvenida en el Hotel. La misma que Marcello Mastroianni, Jean Jacques Annaud, Oliver Stone, Luc Besson o Martin Scorsese. Tampoco han faltado otros iconos del séptimo arte como Kirk Douglas, Charlton Heston, Yul Brynner, Nicole Kidman, Silvester Stallone, Richard Gere, Susan Sarandon, Tom Cruise, Sharon Stone, Kate Winslet, Jean Paul Belmondo, Catherine Deneuve, Alain Delon, Ornella Mutti, Claudia Cardinale, Sophie Marceau, Gwyneth Paltrow, Jennifer Aniston, Salma Hayek o Juliette Binoche posaron en la alfombra roja de La Mamounia. Junto a las estrellas de cine, también se han rendido al mítico establecimiento los grandes embajadores del mundo de la moda: diseñadores como Yves Saint Laurent, Pierre Balmain, Versace, Kenzo, Valentino y Jean Paul Gaultier.

En 1968, con la explosión de grupos de rock, Marrakech dio la bienvenida a los Rolling Stones, sin olvidar otras estrellas del mundo de la música como Barbara Hendrix, Andrea Boccelli, Julio Iglesias, Julien Clerc, Johnny Halliday, Elton John…  Ronald y Nancy Reagan, la bellísima Carolina de Mónaco, los Príncipes de Asturias y la Infanta Elena, el Príncipe Nahurito de Japón, Nelson Mandela, Jacques Chirac o Helmut Kohl también han sido seducidos por el encanto de este rincón inigualable.

Si anhelan una escapada inolvidable, una experiencia extrasensorial, una celebración épica deben perderse en este oasis de lujo (*).

“La Mamounia recuerda la civilización de ensueño que uno desea conocer más a menudo”
Jacques Brel.

(*) La Mamounia pertenece a The Leading Hotels of the World, para cualquier información, www.lhw.comm

Twitter: @CarmelaDf

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