Emilio Botín da un golpe de mano para recuperar el liderazgo en España

17/12/2012

Miguel Ángel Valero. Banesto dice adiós a su centenaria historia con el consuelo de una prima del 24,9% para los accionistas minoritarios. // Fusión de Banesto con Santander //

Es una operación marca Botín: desmentido rotundo durante mucho tiempo (“Banesto no se vende, no se fusiona y no se achica, seguirá autónomo dentro del grupo”, respondió el presidente del Santander a las preguntas sobre el futuro de la entidad en la presentación de los resultados de 2011) y realizar el movimiento cuando nadie se lo esperaba. Pero con la integración de Banesto y de Banif, Emilio Botín vuelve a sus orígenes, a la marca única, a dejar bien claro en el mercado quién es el que manda. El presidente del Santander tuvo que poner entre paréntesis ese principio para poder sacar adelante la fusión con el Central Hispano. El grupo convivió con varias marcas hasta que Botín tomó definitivamente el mando, y la llama roja se quedó como principal, pero no única, referencia.

Ahora, años después de aquella fusión, Botín ha vuelto a dar un golpe de mano en España, con el indisimulado objetivo de recuperar la primera posición, que le fue arrebatada por CaixaBank con la absorción de Banca Cívica. El Santander completa la operación con la integración de sus ‘segundas marcas’: Banesto, para banca comercial, y Banif, para el segmento de patrimonios. Ya sólo hay una referencia para el grupo en España: la llama roja del Santander

La decisión, tomada en pleno proceso de reestructuración del sistema financiero español (con una fuerte reducción del número de entidades y un mayor tamaño entre las supervivientes) es técnicamente inobjetable, por mucho que se le pueda reprochar a Botín que el desmentido rotundo haya durado apenas unos meses.

Es verdad que Banesto dice adiós a su más que centenaria historia (nació como tal el 1 de mayo de 1902 aunque sus orígenes se remontan a mediados del siglo XIX), pero no menos cierto es que sus accionistas minoritarios (tienen el 10,26% del capital) tendrán un consuelo en forma de prima del 24,9% sobre la cotización del viernes 14 de diciembre.

Además, el Santander hace todos los deberes de golpe: 700 sucursales menos, dejando la red en unas 4.000 (ahora tiene 4.664). Pese a ese fuerte ajuste de red, el grupo gana cuota de mercado: del 10% en 2008 al 13% previsto en 2015. “La reducción de oficinas prevista es muy inferior a la que se está produciendo en el mercado. A finales de 2015, se estima que el número total de oficinas del sistema financiero español sea de unas 30.000, lo que supone el cierre de 16.000 sucursales en ocho años, con una reducción del 35%”, explican en el grupo.

Además de aprovecha el peso de Banesto en pymes, y de Banif en gestión de patrimonios, la integración facilita el ajuste de plantilla. Éste “se producirá de manera progresiva y sin medidas traumáticas mediante la recolocación en otras unidades del grupo Santander, tanto en España como en el extranjero, la rotación natural de plantillas y bajas incentivadas”, aseguran en el banco.

Por tanto, a Botín le salen los números: ahorro de costes del 10%, con 420 millones de euros el tercer año; aumento de los ingresos de 100 millones; sinergias totales de 520 millones de euros antes de impuestos, anuales y a partir del tercer año. Además, “la fusión agrega valor desde el primer momento, mejorando el beneficio por acción en un 3% al tercer año”, insisten en el Santander.

 

Mayor presencia en España

El vicepresidente segundo y consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, uno de los principales muñidores de la operación (fue presidente de Banesto desde 1993, tras la intervención por el Banco de España de la entidad presidida por Mario Conde, hasta que Botín le llevó a la casa matriz en 2002), destaca que “la integración de Banesto en Banco Santander es una operación sin riesgo de ejecución, puesto que llevamos muchos años compartiendo la misma plataforma tecnológica”. Y mensaje a toda la organización: “Los equipos de Banesto van a seguir jugando un papel clave en el Grupo Santander en los próximos años”,

¿Qué dicen los analistas? Que la operación beneficia a los accionistas minoritarios de Banesto, que tendrán “acciones de un banco más grande, más fuerte, internacional y con exposición a economías emergentes, con un potencial desarrollo mucho mejor que el de la economía española«. Además, el Santander “tiene una política de dividendos más beneficiosa que la de Banesto«.

¿Por qué ahora sí, y antes no? Por la reestructuración del sistema financiero. “Ahora tiene sentido”, coinciden los expertos.

Y un mensaje final. El Santander refuerza su apuesta por España, pese al impacto negativo que pueda tener a corto plazo y aunque sólo suponga el 16% de todos sus beneficios. “Con la integración de Banesto y de Banif, el Santander gana cuota de mercado, presencia y negocio en España, aunque tenga que cerrar 700 oficinas, que suponen el 25% del negocio actual de Banesto, en un entorno de caída del crédito, tipos bajos y márgenes declinantes, y toma posiciones de cara a la recuperación económica”, señalan varios analistas.

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