Las jóvenes conductoras pagarán el 11% más por el seguro de su automóvil

27/12/2012

Miguel Ángel Valero. Los hombres mayores de 65 años sufrirán una reducción del 5% de su pensión periódica en una póliza de Rentas Vitalicias

El seguro se basa en la probabilidad de que ocurra un siniestro. Y para la tarificación de las primas de los seguros se tienen en cuenta dos factores de riesgo fundamentales: la edad y el sexo. Pero la entrada en vigor, desde el 21 de diciembre, de la Directiva de Igualdad de Género (publicada en el Diario Oficial de la Unión Europea el 13 de diciembre de 2004), impide utilizar el sexo como variable determinante del cálculo de la prima de un seguro. Esta prohibición es válida para las nuevas pólizas individuales que se contraten a partir de esa fecha.

Mónica Saldaña, profesora de Métodos Cuantitativos del Icade, considera que la Directiva comunitaria tiene un doble impacto en el seguro. Por una parte, afecta a la tarificación de las primas. Por otra, incide en el cálculo del capital económico requerido en Solvencia II en relación con el riesgo de suscripción.

Según sus cálculos, publicados en el último número de “Gerencia de Riesgos y Seguros”, editado por la Fundación Mapfre, la aplicación de la Directiva de Igualdad de Género perjudica a las jóvenes conductoras, ya que éstas verán incrementada la prima de su seguro de Automóviles en un 11% de media. Hasta el 21 de diciembre, para una misma edad, una mujer pagaba menos que el hombre por su perfil de riesgo más bajo.

Las mujeres de 40 años también sufrirán un incremento del 30% de media en la prima de su seguro de Vida Riesgo. Hasta la aplicación de la Directiva, una mujer pagaba una prima menor en una póliza de Vida que un hombre de su misma edad por su mayor esperanza de vida.

En cambio, los hombres de 65 años verán reducida su pensión periódica en una Renta Vitalicia en un 5% de media. Antes de la Directiva de Igualdad de Género, a igual prima que un hombre, la mujer recibía una renta periódica mensual más baja, precisamente por su mayor esperanza de vida.

Saldaña considera que “el género es un indicador del riesgo muy significativo, determinante a largo plazo y estable para las compañías aseguradoras, que no va a poder ser reemplazado con facilidad”. Y advierte respecto a que muchas entidades lo que han hecho es transformar las actuales tablas de mortalidad Pasem 2010, una para hombres y otra para mujeres, en una única que se obtiene como una ponderación de las dos anteriores.

El problema es ver cómo se ha hecho esa ponderación. Algunas compañías se han basado en la constitución de la propia cartera, “ponderando con pesos iguales a la proporción de hombres y mujeres” en ésta. Otras han optado por diseñar un perfil de riesgo, “aplicando en cada caso el escenario más favorable para el asegurado o para el asegurador”. Si se opta por beneficiar al cliente y, por tanto, elevar el perfil de riesgo de la compañía, se aplican las tablas de mortalidad de mujeres para los nuevos seguros de Automóviles suscritos a partir del 21 de diciembre. Si se opta por un perfil de riesgo más bajo para la aseguradora (la opción más utilizada en el sector, según esta experta), se aplican las tablas correspondientes a los hombres.

 

No sólo es el sexo

Mónica Saldaña matiza que la expectativa de vida de una persona no depende sólo de la edad ni del sexo. Ésta se puede ver influida por circunstancias económicas y sociales, el modo de vida personal, el entorno familiar, los hábitos alimenticios, la categoría laboral, las actividades de ocio o el consumo de tabaco, entre otros factores. Por ello, propone “sustituir, y no eliminar, la variable ‘sexo’ del asegurado por otras de carácter significativo que cumplan las directrices de la Directiva de Género, pero que mantengan la representatividad del sexo en la tarificación de los productos de seguro”.

Para ello, es necesario aumentar el número de variables utilizadas en el cálculo de la probabilidad de supervivencia de una persona, más allá de la edad y del sexo. Por ejemplo: estado civil, edad del cónyuge, ocupación principal, actividad principal de la empresa para la que trabaja, y tipo de jornada.Sabiendo cuáles son las variables más representativas, las entidades aseguradoras podrán definir cuáles son los datos necesarios que han de pedir a cada asegurado para conseguir una predicción mayor en la determinación de la probabilidad de supervivencia”, argumenta.

 

En el precio del seguro influye más la edad

En la jornada “Discriminación en el seguro”, organizada por Sesaida y la Fundación Mapfre, se han analizado los diferentes factores que influyen en la tarificación de las pólizas, como el sexo, la edad o la genética de las personas, entre otros, tras la entrada en vigor de la Directiva que impide a las aseguradoras utilizar el sexo como una variable para valorar los riesgos y determinar tarifas diferentes para seguros contratados por hombres o por mujeres.

Y se ha resaltado que en el precio de un seguro de Automóviles influye la zona geográfica, el tipo de vehículo y, sobre todo, la edad, mucho más que el sexo del asegurado. También se ha puesto de manifiesto que la técnica aseguradora puede experimentar cambios importantes en el futuro por la importancia que adquieran en el cálculo de las primas determinados factores: edad, enfermedades crónicas, genética, pruebas predictivas que sirven para calcular tanto la esperanza de vida como la probabilidad de desarrollar determinadas enfermedades, entre otros.

 

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