Cardos con almejas y langostinos

28/12/2012

Patricio Sesma Granell, restaurador. “Si vis pacem para bellum”. Esta pequeña frase, que incluso es el título de una canción, viene a decir que si quieres la paz, prepara la guerra.

¿A qué viene en plenas navidades esta reflexión? Pues a que estoy totalmente encendido e incluso altamente cabreado con lo que pasa en este país.

Tras las comidas, cenas y demás engordamientos de estos días, hoy  me desayuno con la noticia de que varias de las cámaras de seguridad del recinto Arena de Madrid eran falsas. ¿Quién era el responsable de las cámaras?

Tras atragantarme con la primera tostada, oigo que los de la Comunidad de Madrid pasan de atender las peticiones de los médicos y por sus santos belenes privatizan sí o sí. ¿Esto no era un modelo de gestión que se usó en Valencia y así les fue?

Centrándome en no volver a atragantarme, no vaya a ser que me cobren por salvarme la vida, me entero de  que la familia Pujol es “presuntamente” un clan  y  que ha comprado los edificios de Prisa y se los ha alquilado. ¡UUUHHHMMM! Empiezo a entender ciertos editoriales del periódico.

Lo de que las tasas de la “injusticia” han entrado en vigor me deja frío. ¿Qué voy a esperar de un gobierno que nos cobra por todo?

Y cuando me voy a tomar el café con leche, aparece en la tele  Montoro, todo sonriente, diciendo que va a devolver lo que han cotizado los funcionarios de más por la paga que no les han dado. ¿Nadie le ha dicho a este hombre que no se puede reír uno por jugar con el pan de la gente?

Con el vaso en la mano, oigo como uno de los chinos que tuvieron que poner en libertad por la “cagada judicial” se permite el lujo de querellarse contra los jueces.¡Pues igual tiene razón! ¡Que denuncie!! Se va a enterar el chino de lo que es el corporativismo judicial.

Y cuando ya me había tomado el café con leche, a punto de apagar la tele para irme a trabajar, Jesús Posada, presidente del Congreso, dice con toda la tranquilidad del mundo, y con cara de enfadado, que no puede ser  la obsesión de juzgarles por viajes o dietas, que rechaza de plano  “contar todo” sobre los diputados para que se confíe en ellos y pide que se les juzgue de forma global y no sólo por «pequeñeces» relacionadas con sus gastos en viajes y dietas.

Me ha hervido el café en el estomago, todos mis instintos guerreros se han despertado y, al grito de “Todos a las armas”, he salido de casa en busca de gentes que quieran montar el ejército de salvación para luchar contra el cinismo, la hipocresía y la desfachatez de esta gente que no hace nada por nosotros, sólo piensan en lo suyo.

“Si vis pacem para bellum”. Creo que para solventar el único problema que tiene este país, que es el de la avaricia de unos pocos, no nos va a quedar otra que aplicar esta máxima.

Lo mas curioso de la canción “Si vis pacem para bellun” es que es de un grupo radical vasco de nombre “Hertzainak”, que en castellano significa Policía vasca. ¡Tiene narices!

Y para coger fuerzas para cuando nos despertemos del letargo en el que estamos y nos decidamos a luchar con fuerza y fe, o en su defecto para cuando queramos hacer algo curioso esta navidades, que mejor que :

 

CARDOS CON ALMEJAS Y LANGOSTINOS

 

Ingredientes:

 

1 cardo o un bote de cardos en conserva.

2 dientes ajo.

300 g. almejas.

8 langostinos.

1 cucharada de  harina de trigo.

Zumo de un limón.

1/2 vaso vino blanco.

Sal.

 

Preparación:

 

En primer lugar hay que limpiar los cardos, quitando bien los hilos; se trocean y se van poniendo en un bol con agua y zumo de limón para que no se pongan negros.

Se pone una olla al fuego  con agua ligeramente salada y, cuando empiece a hervir, se ponen los cardos. Hay que dejarlos hasta que estén tiernos. Escurrimos y guardamos el caldo.

Como este paso es un tostón, lo mejor es sustituirlo directamente por un bote de cardos en conserva que normalmente son muy buenos.

Si utilizamos cardo “embotado”, no utilizaremos el caldo del bote, sino que compraremos un caldo de verduras de tetra-brik.

Se pone una cazuela al fuego con un poco de aceite de oliva y se añaden los dos dientes de ajo bien picaditos y cuando se empiezan a dorar, se añaden los cardos.

Cuando están rehogados se añade el vino y, cuando ha evaporado el alcohol, se pone una cucharada de harina y el vaso de agua de cocer los cardos o un vaso de caldo de verduras y se mueve todo el tiempo con una cuchara de palo.

Por último, se añaden las almejas y los langostinos.

Se deja cocer unos minutos, justo para que se abran las almejas y se hagan los langostinos. Se corrige de sal, y

¡Buen provecho!

Patricio Sesma Granell es director de Bokado Madrid

¿Te ha parecido interesante?

(+4 puntos, 4 votos)

Cargando...

Aviso Legal
Esta es la opinión de los internautas, no de diarioabierto.es
No está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.
Su direcciónn de e-mail no será publicada ni usada con fines publicitarios.