Realia ha alcanzado un acuerdo con gran parte de la banca acreedora para alargar el plazo de negociaciones para refinanciar su deuda hasta el próximo 27 de marzo. Este compromiso de espera –stand still– ha sido suscrito por cinco de las siete entidades afectadas que representan un 93,55% del total de la deuda. La empresa que preside Ignacio Bayón estima que, «dado el alto porcentaje de entidades que han suscrito el acuerdo, podrá finalizar el proceso de reestructuración de su deuda con anterioridad a la fecha de vencimiento del compromiso de espera suscrito».

Lograr más tiempo era básico para esta compañía que el sábado, 31 de diciembre, se enfrentaba a un vencimiento de 1.000 millones de euros, del que ahora queda por amortizar 846,6 millones. Pero no es todo.

Cuando en los próximos días se reanuden las negociaciones con la banca acreedora, entre la que forma parte Santander y BBVA, volverá a salir algunas de las peticiones que se han realizado a lo largo de las últimas semanas, como la necesidad que Realia amplíe sus recursos propios. Pero el problema central para llevar a cabo esa operación es la situación de uno de sus dos accionistas de referencia: Realia, que en realidad deberá retirarse del capital.