Hipoges ayuda a la banca española a soltar lastre, pero no sólo el ladrillo

05/01/2013

Miguel Ángel Valero. La plataforma de gestión de activos problemáticos empieza su quinto ejercicio de vida con un volumen cercano a los 2.500 millones de euros

La creación de la Sareb, más conocida como el ‘banco malo’, ha puesto de actualidad a las sociedades gestoras que ayudan a la banca a liberarse de la pesada carga de sus activos problemáticos. Pero estas entidades ya llevan tiempo en España, buscando oportunidades de negocio al calor de la crisis financiera internacional y del pinchazo de la burbuja inmobiliaria en el mercado nacional. Hipoges Iberia nació en diciembre de 2008, cuando un grupo de profesionales procedente de la banca de inversión ve una oportunidad de negocio en España mediante la creación de una plataforma de gestión y venta de activos problemáticos de la banca. Cuatro años después, despiden 2012 con un valor nominal de los activos que gestiona de unos 2.400 millones de euros.

Hipoges no es una Sareb privada. Su consejero delegado y uno de los fundadores, Juan F. Vizcaíno, explica que ofrece dos servicios fundamentales: gestionar activos problemáticos que siguen siendo propiedad del banco, o buscar un comprador para éstos y asumir su gestión para el nuevo propietario.

Tampoco se limita esta sociedad de gestión de activos problemáticos al ladrillo, como hace la Sareb. Hipoges gestiona activos inmobiliarios, hipotecas sobre la primera vivienda, préstamos de consumo, créditos a pymes sin garantía hipotecaria, financiación a promotores, adjudicados, préstamos a grandes grupos empresariales (hoteles, entre otros). La mitad del volumen que gestiona en la actualidad es ladrillo, y la otra mitad, préstamos.

No queremos competir con la Sareb. Todo lo contrario. Queremos ser uno de sus proveedores de servicios. Y estamos viendo cómo la podemos ayudar a completar su gestión”, señala el consejero delegado de Hipoges. “La Sareb es un potencial cliente, pero no invertiremos en la sociedad, sólo seremos proveedores de servicios”, precisa. También pueden poner en contacto a la Sareb con fondos ‘buitre’ (Juan F. Vizcaíno prefiere el calificativo de “oportunistas”), que están interesados en comprar activos procedentes de la reestructuración de la banca.

Aprovecha la oportunidad para criticar la visión negativa que se tiene de estas entidades: “Cuando los fondos oportunistas han hecho su negocio, ejercen de pioneros, señalan al resto de los inversores que un mercado ya no va a empeorar más, que ha tocado suelo. Es su función principal”.

 

Plataforma abierta

¿Qué puede aportar Hipoges? “Traer al mercado nacional las mejores prácticas de gestión de activos problemáticos aplicadas en Alemania, Portugal, Italia o México, países que han tenido problemas como los que está sufriendo España. La misma tecnología y, sobre todo, la misma filosofía de gestión”, contesta Juan F. Vizcaíno. “No somos una plataforma cautiva de un grupo financiero, está abierta a las entidades financieras, a los fondos oportunistas, a otros inversores”, amplía.

Al inversor extranjero Hipoges le ofrece una gestión global, además de proporcionarle “el pulso real del mercado en España”. A las entidades financieras españolas, un sistema modular, en función de sus necesidades. La gestora cobra en función de los resultados obtenidos por el cliente. “Es la forma de obligarnos a cumplir con los objetivos fijados”, explica su consejero delegado.

Hipoges asesora al comprador de los activos problemáticos de la banca. Y también a la entidad que los vende, facilitando la operación y encargándose de la valoración de los activos. Puede coordinar la operación, o incluso diseñar la estrategia de venta.

Por ejemplo, un fondo oportunista especializado en determinados tipos de activos está interesado en algunos que son propiedad de un banco en España. Hipoges pone en contacto al fondo con el banco que quiere vender, y hace una estructura de valoración, fijando lo que debería pagarse por esa cartera de activos. La compra puede hacerse mediante una subasta con intermediario, dando el primer paso Hipoges con una oferta al banco, o mediante fórmulas intermedias

 

Préstamos a pymes y a promotor, más que ladrillo

Hipoges cuenta con una red de un centenar de agentes de la propiedad inmobiliaria, además de unos 80 empleados propios. “En este negocio es vital tener acceso a todos los datos de los activos”, señala Juan F. Vizcaíno. “Pero hay que revisarlos, monitorizar toda la información. Porque para poder tomar decisiones se necesita una cantidad ingente de datos”, argumenta.

Hipoges vende entre 30 inmuebles y 40 cada mes, aproximadamente el 10% del stock. “Lo relevante no es el número, sino el porcentaje sobre el stock total”, precisa su consejero delegado. Aunque la atención se la lleve el ladrillo, Juan F. Vizcaíno cree que el mercado español “necesita más una infraestructura especializada en la parte más compleja de los activos: los préstamos a pymes y a promotores”.

Cree que hay “mucha oportunidad de negocio en activos no traspasados a la Sareb, como la hipoteca residencial inferior a 100.000 euros, los créditos que no superen los 250.000 euros, los préstamos a pymes y de consumo”.

Juan F. Vizcaíno tiene muy claro que el negocio ligado a la gestión de activos problemáticos de la banca “va a crecer muchísimo en España”. “La venta de activos tiene sentido, es una herramienta estratégica, pero plantea a las entidades problemas operativos, de infraestructuras, de gestión”, argumenta. “Que los bancos hayan montado equipos dedicados exclusivamente a la venta de activos es un paso muy importante, pero puede pasar que una entidad cree una gran infraestructura que a los tres años ya no sirve. Es mejor racionalizar estructuras”, señala.

Una plataforma abierta de gestión de activos problemáticos ayuda a la banca no sólo a soltar lastre, sino a resolver esos problemas operativos y de infraestructura, concluye el consejero delegado de Hipoges.

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