El pesimismo respecto a la situación económica española se refleja al analizar el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), encuesta realizada durante los primeros quince días de diciembre y hecha pública este viernes.

El barómetro revela que hasta el 79% de los ciudadanos creen que dentro de un año la economía del país será igual o peor que en la actualidad.

Los datos reflejan además que el 72,6% de los encuestados ven la actual situación económica peor que la de hace un año y sólo un 4,3% advierte mejoras, frente al 21,9% que no ve variación.

En general, el 91,5% de la población considera que España atraviesa una situación económica mala o muy mala y sólo uno de cada cien ciudadanos la califica de buena.

Preguntados por su situación personal, los encuestados se dividen entre el 26,6% que la consideran buena o muy buena y el 25,2% que la ve mala o muy mala.

Además, poco más del 20% espera mejorar esta situación durante el próximo año mientras que el 19% augura que dentro de doce meses su situación económica empeorará.

Un mes más, el instituto sociológico sondea las perspectivas personales de los desempleados de encontrar trabajo y la encuesta refleja que seis de cada diez parados ven poco o nada probable encontrar un empleo durante los próximos doce meses, frente al 30% de los desempleados encuestados que sí confían en encontrar un puesto de trabajo.

Mientras, un 22,3% de los encuestados que tenían trabajo reconocen su temor a perder el empleo durante 2013, mientras que el 68,3% califican de poco o nada probable esta posibilidad y confían en mantener su puesto laboral.

Combatir el paro

A juicio de los encuestados, el principal objetivo de la sociedad española durante los próximos cinco años debería ser luchar contra el paro, una opción que sitúan en primer lugar hasta un 64,5% de los ciudadanos. Esta opción está seguida por la lucha contra la corrupción política y la mejora de la competitividad económica.

Además, más del 60% de los ciudadanos consideran que durante el próximo lustro aumentarán las desigualdades sociales, las dificultades para tener una vivienda, los problemas relacionados con el cuidado de los mayores y el número de personas sin hogar; a la vez que creen que disminuirá la calidad de la asistencia sanitaria.

En cuanto al número de parados, el 45% de los encuestados confían en un descenso del número actual de desempleados dentro de cinco años, mientras que casi un 40% muestra su pesimismo y augura un aumento de parados.