Iberia insiste que IAG no le aportará recursos para afrontar sus pérdidas

09/01/2013

Tania Juanes. Las negociaciones del plan de la aerolínea se complican y los sindicatos creen que la dirección de Iberia no tiene margen de maniobra

Cuando quedan tres semanas para que se cumpla el plazo dado por la dirección de Iberia a los sindicatos para alcanzar un acuerdo sobre el plan de transformación de la compañía aérea, el ambiente en las mesas de negociaciones está tan caldeado que parece difícil intuir que el pacto sea posible. Después de las últimas reuniones, las declaraciones de los sindicatos que representan a los diversos colectivos – no sólo al de pilotos- apuntan no sólo a la dificultad de acercar posiciones, sino que además entre ellos prevalece la idea de que el margen de maniobra de la dirección de Iberia es muy escaso. Un complejo contexto en el que los sindicatos vuelven a plantearse la convocatoria de huelgas.

Mientras, el mensaje de la empresa se mantiene: el plan se llevará a cabo con o sin el apoyo de los trabajadores. Y es que de lo contrario, sin ese programa de transformación, que incluye una reducción del 15% de la capacidad de la compañía española, los accionistas dejarían a Iberia a su suerte o, lo que es lo mismo: las pérdidas las tendría que afrontar con su actual liquidez y después – año o año y medio- vendría el cierre, si antes no se opta por la venta.

Un panorama muy preocupante, en el que intenta mediar el Ejecutivo con posiciones que sigue pareciendo más cercanas a la de los sindicatos. En sus últimas declaraciones, la titular de Fomento, Ana Pastor, ha agradecido de nuevo a los trabajadores que cancelaran las huelgas de diciembre, y ha señalado que las reestructuraciones no consisten en poner a gente «en la calle», por lo que ha instado a ambas partes al diálogo y el entendimiento. Pastor ha indicado en que el sector aéreo es una parte relevante de las economía del país, necesario para la evolución del turismo, por lo que ha remarcado que el ministerio no se ha quedado de brazos cruzados.

Los sindicatos, por su parte, no se sienten ni medianamente satisfechos por una previsible modificación de la reducción de plantilla contenida en el plan, que pasaría de 4.500 a 3.840, o por la intención de la empresa de que la mayor parte de las salidas se hagan con las mismas condiciones del expediente de regulación de empleo (ERE) actual. Del citado recorte una parte cercana a los 3.000 empleados vendrían a través de prejubilaciones, tema al que en la actual situación se opone la Administración, porque contendría jubilaciones anticipadas que van contra su actual política.

Respecto a la producción, habría una reducción de la capacidad del 18,2% en asientos por kilómetro operados (AKO) al 14,5% durante este año, e incrementarla entre 2014 y 2017 una media anual del 5,5, frente al 3,1% que se contemplaba anteriormente. No obstante, la aerolínea remarca que estos incrementos de capacidad solo se realizarían siempre que el ratio de margen de su resultado de explotación (Ebit) sobre su cifra de negocio sea de un 3,5% en 2014; un 7,1% en 2015 y un 7,6% en 2016

Los representantes de los trabajadores apuntan más a lo que consideran un desmantelamiento de la empresa por el cierre de rutas comerciales y un incumplimiento de los acuerdos de fusión. Para Iberia el cierre de los vuelos a La Habana o Santo Domingo no supone una reducción de su peso en América Latina, por el fortalecimiento o mantenimiento en otras ciudades o países:Chile, México, Colombia, Perú, Sao Paulo, Miami…

Además de las reuniones con los sindicatos hay otras citas clave hasta el 31 de enero, y la más esperada y preparada, es el consejo de administración de IAG el próximo 24 de enero. Esa una cita en la que el Gobierno podrá mostrar su capacidad para influir en los consejeros como José Manuel Fernández Norniella o César Alierta, en caso que las espadas sigan en alto. Manuel Lagares, que representa a Bankia, es el voto seguro de la Administración.

 

 

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Cunde la indignación entre los representantes de los trabajadores de Iberia. Fuentes sindicales argumentan que se sienten engañados y que están dispuestos a la huelga en la última semana de enero a la vista de que «la empresa no presenta un plan comercial que apueste por la recuperación de rutas hoy operadas por otras aerolíneas con código Iberia».

La mecha prendió el pasado 3 de enero, cuando la aerolínea trasladó una alternativa a CC OO y UGT que suaviza el Plan de Transformación dado a conocer en noviembre. Estos dos sindicatos hicieron circular el nuevo documento al resto (USO, CTA Vuelo, Sitcpla y Asetma) y el resultado ha sido de rechazo absoluto.

Iberia baja de 4.500 despidos a 3.836, a los que hay que sumar un ERE temporal de 1.027 personas en 2013, 695 trabajadores en 2014 y de 328 en el año 2015. En términos de producción, atenúa la reducción de capacidad del 18,2% en asientos por kilómetro operados (AKO) al 14,5% en 2013. Y entre 2014 y 2017 plantea un incremento de capacidad media anual del 5,5%, frente al 3,1% que marcaba el primer plan de negocio, siempre que se den unas condiciones mínimas de margen de Ebit sobre ventas (3,5% en 2014, 7,1% en 2015 y 7,6% en 2016).

En la cuestión salarial, a los recortes propuestos en noviembre para el ejercicio 2013 se suman tres puntos, llevando la rebaja para el personal de tierra al 18%; sería del 23% para los pilotos, y subiría del 25% al 28% en el caso de los tripulantes de cabina de pasajeros (TCP). En 2014 habría una nueva bajada del 1% y en 2015 del 1,5%.

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En parecidos términos se manifiestan otros colectivos. El Sitcpla ha demandado información a la compañía, sin éxito, sobre la alternativa del 3 de enero, a la que califican de inviable. El sindicato insiste en que IAG debería preocuparse por dotar a Iberia de aviones eficientes y de buenas coberturas de combustible.

La aerolínea española, que pierde 262 millones a septiembre de 2012, explica en que su viabilidad está en juego.

De la reunión de sindicatos de mañana jueves podría salir la petición de una nueva mediación del SIMA, donde se pretende demostrar que Iberia está negociando de mala fe, y la disposición a ir a la huelga. Por plazos legales, una hipotética convocatoria tendría cabida a finales de enero, días antes del 31, cuando Iberia pretende dar por zanjadas las negociaciones.

Cunde la indignación entre los representantes de los trabajadores de Iberia. Fuentes sindicales argumentan que se sienten engañados y que están dispuestos a la huelga en la última semana de enero a la vista de que «la empresa no presenta un plan comercial que apueste por la recuperación de rutas hoy operadas por otras aerolíneas con código Iberia».

La mecha prendió el pasado 3 de enero, cuando la aerolínea trasladó una alternativa a CC OO y UGT que suaviza el Plan de Transformación dado a conocer en noviembre. Estos dos sindicatos hicieron circular el nuevo documento al resto (USO, CTA Vuelo, Sitcpla y Asetma) y el resultado ha sido de rechazo absoluto.

Iberia baja de 4.500 despidos a 3.836, a los que hay que sumar un ERE temporal de 1.027 personas en 2013, 695 trabajadores en 2014 y de 328 en el año 2015. En términos de producción, atenúa la reducción de capacidad del 18,2% en asientos por kilómetro operados (AKO) al 14,5% en 2013. Y entre 2014 y 2017 plantea un incremento de capacidad media anual del 5,5%, frente al 3,1% que marcaba el primer plan de negocio, siempre que se den unas condiciones mínimas de margen de Ebit sobre ventas (3,5% en 2014, 7,1% en 2015 y 7,6% en 2016).

En la cuestión salarial, a los recortes propuestos en noviembre para el ejercicio 2013 se suman tres puntos, llevando la rebaja para el personal de tierra al 18%; sería del 23% para los pilotos, y subiría del 25% al 28% en el caso de los tripulantes de cabina de pasajeros (TCP). En 2014 habría una nueva bajada del 1% y en 2015 del 1,5%.

«Por nuestra dignidad y futuro vamos a proponer ir a la huelga hasta sacar de la mesa a los sinvergüenzas. Han cometido el peor error, engañarnos, y lo van a pagar muy caro», cita una carta firmada por UGT. La opinión de esta organización es que la dirección de Iberia «ha mentido a trabajadores, a los sindicatos, a los mediadores del SIMA, al Gobierno y al pueblo español».

En parecidos términos se manifiestan otros colectivos. El Sitcpla ha demandado información a la compañía, sin éxito, sobre la alternativa del 3 de enero, a la que califican de inviable. El sindicato insiste en que IAG debería preocuparse por dotar a Iberia de aviones eficientes y de buenas coberturas de combustible.

La aerolínea española, que pierde 262 millones a septiembre de 2012, explica en que su viabilidad está en juego.

De la reunión de sindicatos de mañana jueves podría salir la petición de una nueva mediación del SIMA, donde se pretende demostrar que Iberia está negociando de mala fe, y la disposición a ir a la huelga. Por plazos legales, una hipotética convocatoria tendría cabida a finales de enero, días antes del 31, cuando Iberia pretende dar por zanjadas las negociaciones

 

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