Después de ver a las Bolsas europeas perder terreno a marchas forzadas tras la subida de tipos en China, toda la espectación estaba puesta en Estados Unidos para comprobar qué efecto real iba a tener este asunto. Pues bien, no fue para tanto.

Los mercados abrieron a la baja con decisión y ya empiezo yo a apuntarme a aquellos que creen que son los europeos los que están pesando sobre los índices americanos en el periodo en el que ambos mercados están abierto simultáneamente. Fue cerrar Europa y Estados Unidos comenzar una lenta pero segura recuperación que llevó al S&P 500 y al Nasdaq a máximos del día (y por tanto anuales) y que dejó al Dow a sólo un 0,16% de su cierre anterior.

Por tanto, el análisis de la sesión americana, desde mi particular punto de vista, no puede ser más que positivo. Aquí sí que parece que la subida de tipos en China estaba descontada, mientras que en Europa, a estas alturas, quieren hacernos creer que les ha cogido por sorpresa. Qué quieren que les diga, pero por ahí no paso. Si quieren bajar, están en su derecho, pero que no le echen la culpa a los chinos, que suena a cuento chino y nunca mejor dicho.

Mañana, con el mercado londinense abierto, quiero yo ver a los bajistas de hoy, que Londres es mucho Londres y apunta maneras importantes de no querer ni por asomo entrar en una corrección. Desde luego, los que no quieren ni hablar de corrección, son el S&P 500, que ha avanzado un 0,06%, ni el Nasdaq Composite, que subió exactamente lo mismo.  Y, mientras no se demuestre lo contrario, éstos son los que mandan.