Una subasta de deuda en Portugal satisfactoria y un PIB alemán que no por sabido ha dejado de ser positivo han sido suficientes para que los mercados continentales despejaran sus dudas y se lanzaran a una galopada de las que hace tiempo que no se veían y en la que el caballo ganador ha resultado ser ¡¡el Ibex!!

¿¿Y ahora cómo va a hablar mal de nuestro selectivo, después de marcarse una subida del 5,42%? me dirán ustedes. Y yo les responderé, por eso mismo, porque cuando un índice sube así, no es consistente. Puede que siga subiendo, pero su consistencia deja mucho que desear, tanto en las subidas como en las caídas. Porque, no se engañen, el subidón está sustentado por el «rally» del Banco Santander y el BBVA. Cierto es que todos los valores terminaron en verde y no es menos cierto que Telefónica también se dejó ver, pero que los dos grandes bancos subieran casi un 10% es la base de todo lo demás.

A la subida se añadieron valores que últimamente se han mostrado tan sólidos como Acciona o Abengoa, Iberdrola o Gas Natural. Las que más estaban bajando repuntaron de lo lindo, mientras que las que han mantenido el tipo (Iberia, Técnicas Reunidas, Ebro o Inditex), tuvieron subidas dentro de lo razonable o incluso por debajo de ese listón. Ya veremos lo que duran los subidones de los valores más inestables, porque mucho me temo que será poquito. nada me gustaría más que equivocarme.

Pero vamos al grano. ¿Ya hemos olvidado todo? ¿Hemos hecho las paces con los malvados que mantenían bajo presión nuestros mercados? (y el portugués, y el italiano, y el belga …) No seamos ingenuos. Una subasta, por más que Portugal haya conseguido colocar todo lo previsto a precios razonables y que haya existido más demanda que oferta, no es un bálsamo de fierabrás. Habrá más subastas y volverán a las mismas, porque aunque sólo sea para calentar el ambiente previo a la subasta, les conviene.

Me explico. Pongámonos en la macrosubasta que España debe celebrar en mayo. Si un mes antes no agitan el mercado, ¿como van a pedir que se les pague un 6%? Primero hay que agitar la especie de que esto está muy malito. Luego, dudar de la solvencia de todo hijo de vecino. Más tarde, sugerir que te va a tener que ayudar el FMI. Y así llegamos al día de la subasta y se coloca todo, pero al 6% y no al 4%. ¿Quién gana? Ni usted ni yo, se lo garantizo.

Ya me gustaría a mí ver a algún país no cediendo al chantaje, diciendo abiertamente que no está dispuesto a pagar esos precios y dejando desierta, o parcialmente desierta, una subasta. Imaginen la escena. Tres veces más demanda que oferta y se coloca la mitad de lo previsto. Y encima sale el Gobierno diciendo que a esos precios no es rentable financiarse en el mercado y que tirarán de los fondos que tienen ya que, afrortunadamente, los programas de ahorro les permiten cierto margen ahora que empiezan a dar resultado. Aunque todo sea un farol de órdago, me gustaría verlo, más que nada por ver qué pasa cuando alguien, por fín, hace algo más que culpar a los mercados de todos los males posibles. A lo mejor quien quería el 6% empieza a pensárselo y se conformaría con el 4,5% y se ha quedado sin él por avaricioso.

Pero, claro, eso no ocurrirá. No están estos botarates, ni los que aquí ni los de allá, para farol alguno, que se han gastado todo y más (de lo que no es suyo) con una alegría digna de récord mundial. Más bien les tienen cogidos por salva sea la parte los que ahora vienen a pasar factura, porque eso que se gastaron de más hay que financiarlo en cómodos plazos ahora y los que ponen las condiciones son los que tienen la pasta. Así de fácil.

Fin del tema deuda y comienzo del asunto PIB alemán. ¡¡Qué envidia!! Crecen un 3,6% y se quedan más a gusto que un arbusto. Espero que quieran seguir siendo amigos nuestros, pero está claro que pertenecemos a divisiones distintas, jugamos en ligas distintas. Lógicamente, su Dax se va hacia arriba y cierra pegando ya a zona de máximos de dos años y medio. Pero lo hace con tranquilidad y sin estridencias. No es un índice histriónico, todo lo contrario que el Ibex. Evidentemente, al Dax le sigue media Europa y resulta que Francia, cuyo CAC está últimamente muy activo, supera el reto y se pone por delante del índice alemán. Buena noticia.

¿Y los británicos? Pues esta vez les tocó hacer de «esto no va con nosotros». Cuentan que fueron las empresas de distribución las que tiraron del carro hacia abajo por la previsión de que sus resultados no sean tan buenos como se espera por las inclemencias del pasado diciembre, pero a mí me suena un poco a «nosotros no somos del euro». Eso sí, sus bancos siguen a toda máquina. A ellos también les viene bien una relajación de la tensión en torno a la deuda portuguesa. Algo llevarán en las alforjas, digo yo.

En fin, que esta jornada eufórica se saldó con un Ibex disparado que mejoró un 5,42%, un CAC que subió un 2,15%, un Dax que avanza un 1,83% y un FTSE más dubitativo que sube un 0,61%. Por añadidura, les contaré que el Mibtel italiano fue el segundo mejor índice europeo con un avance del 3,82% y que el que se suponía que debería haber subido hasta las estrellas, el PSI portugués, limitó sus ganancias al 2,59%. Ya saben, cuando en los mercados europeos dominan el Ibex y el Mibtel, yo me echo a temblar. Espero equivocarme esta vez.