Artur Mas presentó –tras una reunión extraordinaria de su gobierno- la filosofía del plan de austeridad que contempla una reducción del 10% del presupuesto del año anterior y que afectará a todos los departamentos. Esta cifra la evaluó en unos tres mil millones de euros. “Hemos de hacer bondad” aseguró el president antes de señalar que “los gastos de la Generalitat se habían desmadrado, igual que los de la administración central” y por ello “todos nos tenemos que apretar el cinturón”. Sin embargo reclamó insistentemente que estas medidas que inevitablemente afectarán a todos, pero espera que “estas medidas no creen una alarma social innecesaria  ya que los pilares del estado de bienestar se mantendrán”. Avisó que de no ejecutar estas medidas con rigor “no sólo peligraba el estado del bienestar si no también nuestro  autogobierno”. No obstante Mas reiteró la firme voluntad del Govern de no incrementar la presión fiscal.

El president aseguró que estas medidas no dejan de ser una inversión de futuro y alguien tenía que tomar unas medidas impopulares  “y hacer el trabajo que otros no han hecho, gastando más de lo que podía”.

Las medidas propuestas se centran en reducir drásticamente los gastos, buscar ingresos incluso vendiendo patrimonio, congelando los salarios y no incrementando el personal ni cubriendo las bajas que se produzcan. El objetivo es lograr reducir al 1,3% el déficit que es el techo que han fijado las autoridades europeas

Constató que en las semanas que lleva en la presidencia su gobierno ha sido el primero en dar ejemplo con medidas de ajuste, desde reduciendo el número de consejerías hasta los altos cargos y que habían prorrogado los presupuestos del 2010 “con unos criterios muy restrictivos para ganar tiempo antes de presentar el plan de equilibrio presupuestario. Si este estricto control de gasto sí que depende de la Generalitat, no pudo decir lo mismo de la capacidad de generar ingresos “desgraciadamente nuestra actuación en este campo es muy limitada ya que la capacidad de generar ingresos depende de Madrid” Sin embargo sí que reclamó insistentemente al Gobierno central que “nos garantice los mismos ingresos que tuvimos el año pasado, este es el esfuerzo que ha de realizar Madrid para que podamos poner fin a este desbarajuste económico” .

El president acabó su exposición asegurando que su gobierno se siente “responsable de sacar Catalunya de esta situación, pero para estabilizar la situación todo el mundo ha de ser responsable y el gobierno español ha tenido una gran irresponsabilidad” aunque matizó que estas palabras no eran una amenaza si no “una llamada a la responsabilidad colectiva”.