Ha sido una auténtica guerra. Los bajistas, espoleados por el lastre que representaba para el mercado los malos resultados de Google, lo intentaron con todas sus fuerzas y los alcistas, espoleados por la ida y vuelta de Wall Street en la víspera, plantaron cara pero solo con la ayuda del mercado americano lograron doblegar a los bajistas y a sus propias dudas,

Pero ya les dije ayer que todo iba a depender del Dax, y así ha sido. En la apertura fue el que más se empeñé en resistir. A media sesión fue el que espoleó un poco los ánimos y a última hora fue el que «rescató» al CAC e impulsó al Footsie británico para que incluso superara sus cotas al cierre.

¿Y el Ibex? Bien, gracias. Ni estaba ni se le esperaba, así que no sorprende. Nuestro selectivo está pagando errores de otros y la puntilla fue la degradación del «rating» irlandés. Con las Cajas de Ahorros en el alero no se puede contar un «cuento chino» porque te sacan los colores. Y si encima te recuerdan que el peligro sigue ahí y que no termina de retirarse del todo, por mucho «dique infranqueable» que diga uno o «portaaviones» que dice el otro, terminan por quitarte los colores y sacarte las vergüenzas.

El sector financiero español no es una excepción en cuanto a mal comportamiento en el mercado. Más bien es una cosa generalizada, pero en el caso de los bancos españoles es más evidente porque su peso en el Ibex está imposibilitando el más mínimo avance del selectivo español. Entre sus propios problemas, que los tiene, los rumores, que los hay, y unos políticos, de un lado y otro, que parecen empeñados en echar más leña al fuego, el panorama es desolador. Ni una ayuda, oiga.

A mí, que me gusta tomar riesgos, me parece que no. En Bolsa nada es como parece y quien piense que los bancos españoles van a quedarse acobardados se equivoca. El día menos pensado van a dejar a más de uno con los pelos como escarpias. Tengan en cuenta dos cosas. Primera, los bancos que cotizan en Bolsa está perfectamente saneados, otra cosa es lo que pase con las cajas de ahorros, en las que los políticos han perpetrado un auténtico desastre. Y segunda, si el mercado termina por escapar al alza no lo hará sin el Ibex. Es más, la tendencia de éste será a recuperar terreno y eso solo podrá hacerlo de la mano de los bancos. A lo mejor va a ser momento de tomar posiciones y todo…

Mejor que no. Nada de intentar jugar a adivino en la Bolsa. Incluso con todo a favor te puede fallar cualquier operación, así que mejor no tentar al diablo con operaciones que solo son fruto del posibilismo.

En fin, que el selectivo español se quedó otra vez rezagadísimo, más aún cuando en el estirón final el CAC logró escapar a las pérdidas. Al cierre, el Ibex era el único que registraba pérdidas, un 0,60%, en tanto que el que menos ganaba era el CAC, con un 0,10%. El Dax avanzaba un 0,44% y el FTSE un 0,54%.