Las patronales CEOE y Cepyme ha logrado hoy fijar una posición común de cara a su negociación con los sindicatos en torno a la evolución de los salarios. Aunque de momento descartan fijar una cifra que guíe las subidas, los empresarios tienden la mano a sus interlocutores sindicales; si bien condicionan el pacto a su extensión en el tiempo, por un período de dos años, además de incluir en su contenido, no solo los salarios, sino también otros asuntos, relacionados con la productividad, como absentismo, contratación y medidas de flexibilidad; al tiempo que señalan el mes de marzo como fecha límite para sellar un acuerdo.

La junta directiva de CEOE logró hoy cerrar una posición común, y presentar junto a Cepyme una nueva oferta a los sindicatos en la negociación sobre el nuevo Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC).

Los empresarios, después del fiasco del año pasado – que se cerró sin acuerdo – renuncian de momento a fijar una banda salarial, una posibilidad que se reservan para un momento posterior de la negociación.

Con todo, CEOE y Cepyme parten en esta negociación con una propuesta “en línea” con la planteada el pasado 2017, esto es una subida de entre el 1,5% y el 2%, más medio punto adicional ligado a la productividad y otros objetivos; una horquilla que provocó el verano pasado la ruptura de las negociaciones.

Fecha límite

Lo primero que hacen los empresarios es poner una fecha límite a la negociación, que debería cerrarse “a finales del mes de marzo”, como muy tarde, según advierten ambas organizaciones.

En segundo lugar CEOE y Cepyme advierten a sus rivales que el acuerdo salarial debería tener una duración “no inferior a dos años”, algo habitual en este tipo de acuerdos que han venido cerrándose por períodos de tres años, aunque esta vez las condiciones sean muy distintas a las de ocasiones anteriores.

Por último el acuerdo que ansían los patronos debe ampliar sus contenidos e incluir otros asuntos “imprescindibles” para la mejora de la productividad de las empresas; entre los cuales citan absentismo, flexibilidad en la jornada y contratación.

Movilización por el 3%

Empresarios y sindicatos se reúnen el próximo 25 de enero para impulsar la firma de un nuevo acuerdo marco que rija el destino de los salarios negociados en convenio durante los próximos tiempos.

En esta negociación los sindicatos han advertido que no dudarán en recurrir a la movilización de sus bases, conscientes de la importancia del momento en que se negocia el nuevo acuerdo marco.

Por un lado, ambas organizaciones estrenan nuevas cúpulas directivas, con Pepe Álvarez al frente de la Unión General de Trabajadores (UGT), y Unai Sordo al timón de Comisiones Obreras (CCOO); ansiosos por partida doble por dejar su impronta en el primer acuerdo que tendrán ocasión de negociar sin que este se trate de una prórroga de anteriores pactos.

Pero lo más importante es el momento económico. Después de años de austeridad salarial, pactada por las propias centrales, y que ha conseguido capear el temporal de la crisis, y recuperar competitividad a las empresas españolas, los sindicatos creen llegado el momento de repartir beneficios.

Las cifras económicas acompañan las reclamaciones sindicales. El empleo crece a un ritmo de 500.000 puestos de trabajo anuales, y en los últimos dos años se han creado cerca de dos millones de ocupaciones, mientras que el paro ha descendido, desde frisar un escalofriante 27%, al todavía muy elevado 16,4% actual; por su parte, el PIB encadena diez trimestres con incrementos superiores al 3% interanual.

Las centrales sindicales plantearan a los patronos una oferta conjunta en estos términos. Por un lado, UGT ha reclamado que ningún salario sea inferior a 1.000 euros en ningún convenio. Por otro, CCOO es partidaria de fijar una fórmula para que cada empresa o sector pueda negociar por separado en función de tres criterios: inflación, productividad y, o bien una subida mayor de las rentas más bajas, o bien la recuperación del poder adquisitivo perdido durante los últimos años, que cifran en torno al 7%.

Ambos sindicatos ultiman una propuesta conjunta que presentarán a los empresarios en la próxima reunión de la mesa del AENC, el próximo 25 de enero.

Ante el previsible rechazo de los empresarios, las organizaciones de trabajadores han advertido de que no dudarán en movilizar a sus bases “aguas abajo”, es decir, entre los comités que negocian los convenios sectoriales y empresariales.

Mientras que, al Gobierno, le piden que adelante la subida de un 20% del salario mínimo interprofesional (SMI), que, si se cumplen determinados supuestos, situaría esta renta en catorce pagas de 850 euros brutos al año; así como dar marcha atrás a ciertos aspectos de la última reforma laboral, que, gracias a las ventajas otorgadas a los empresarios, imposibilitan, a juicio de CCOO, una subida salarial generalizada en España, aunque esta se pacte en el acuerdo marco.