El XII Congreso Nacional sobre el Crédito al Consumo reitera la necesidad de regulación de «aquellas compañías que vienen  llevando esta actividad sin estar reguladas». Y también de que se estableza en España una reserva de actividad (como ya sucede en Italia, Francia, Alemania, Portugal y Reino Unido), de forma que toda entidad que pretenda llevar a cabo estas operaciones tenga «algún tipo de autorización previa a su actividad, y una supervisiín posterior, con unos requerimientos mínimos en materia de solvencia, gobernanza, transparencia con la clientela, de forma que no se produzcan diferencias en la protección del consumidor y en materia de competencia entre los operadores en el mercado», señala el presidente de la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Crédito (Asnbef), Fernando Casero.

El secretario general de Asnef, Honorio Ruiz, destaca que España «es una anomalía» en Europa, donde la reserva de actividad existe desde hace mucho tiempo, y pone el foco en que el elemento clave es «la supervisión prudencial, no los requisitos de capital». En este sentido, considera que el hecho de que el crédito al consumo esté controlado también por las Comunidades Autónomas no ayuda, precisamente, a hacer más eficaz esa supervisión sobre las entidades que operan en el sector sin estar reguladas.

Acelerador de la demanda interna

La inversión nueva en crédito al consumo se situó en 31.025,9 millones de euros en el2017, lo que supone incremento del 14,76%. De esta cantidad, al sector de la automoción le correspondieron 11.520 millones, un 16,83% más, con un crecimiento del 31,53% en turismos usados (2.440,1 millones), del 27,69% en otros vehículos (motos y caravanas), con 239 millones, del 14,38% en vehículos industriales (43,4 millones) y del 13,07% en turismos nuevos (8.797,5 millones).

Y 19.505,9 millones corresponden a otros bienes de consumo duradero, lo que supone un aumento del 13,57%. La mayor parte correspondió a crédito revolving, con 10.578,2 millones (9.988,6 millones, con tarjeta y 589,6 millones, sin ella), el 13,23% más; bienes de consumo aporta 5.228 millones (+6,42%), los préstamos personales 2.170,4 millones (+50,15%) y las tarjetas no revolving 1.529,1 millones (+3,69%).

La inversión viva de las entidades asociadas a Asnef alcanzó los 35.104,7 millones de euros en 2017, un 14,39% más, de los que 20.889,9 millones de euros (12,54%) corresponden a automoción y 14.214,8 millones de euros a financiación al consumo (+17,21%).

En cuanto al número de contratos, el sector de la automoción registró 866.950, un 11,61% más que en 2016, con un importe medio de 13.288 euros. En el sector de consumo, los contratos nuevos fueron 9,8 millones, un 7,32% más, con un importe medio de 1.990 euros.

Fernando Casero cree que estos datos se deben a una mejora de la renta disponible de los hogares, producida gracias a la creación de empleo y a las subidas salariales, y a la necesidad de las familias de renovar su equipamiento. «Se confirma el papel que el crédito al conusmo juega como acelerador de la demanda interna», insiste.

Las perspectivas para este año son «buenas, pero dependen de la creación de empleo, de que éste sea de calidad, para que exista capacidad de reembolso de deudas, y de las subidas salariales, entre otros factores», subraya el presidente de Asnef.