Se esperaba desde el miércoles, cuando el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, aprovechaba una conferencia en la Cámara de Comercio e Industria local para confirmar que estaba interesado en CatalunyaBanc, pero hoy en la reunión de la Comisión Rectora del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) se ha hecho oficial. El Fob continúa con el proceso de venta de CatalunyaBanc, dejando atrás las dudas sobre la operación y las voces que aconsejaban un aplazamiento de la subasta para “no malvender” la entidad financiera, la segunda más importante de Cataluña

«La operación de venta sigue su curso«, afirman en el Frob, que ha abierto ya el proceso para recibir, a través del Citi, el banco de inversión que ha logrado el mandato de la operación, ofertas no vinculantes. La idea es que la adjudicación de CatalunyaBanc se realice antes de que finalice el primer trimestre.

A los potenciales compradores de la antigua caja catalana, que recibió una inyección de 9.084 millones procedentes de la ayuda a la banca pactada con Bruselas, se les ha dejado muy claro que ya no habrá esquemas de protección de activos (EPA). Sólo se ha permitido en el caso del Banco de Valencia, adjudicado a CaixaBank, por la urgencia en cerrar la operación.

El Sabadell aparece, tras la confirmación de su presidente sobre que presentará “una oferta competitiva”, como el mejor colocado para hacerse con CatalunyaBanc. La operación tiene sentido estratégico. A pesar de ser una entidad fundada en Sabadell (Barcelona), el banco no tiene precisamente una posición de liderazgo en Cataluña, donde le superan CaixaBank, BBVA (reforzado con Unnim) y el Santander. La caja catalana incrementaría significativamente su posición en la zona, aunque el ajuste de red y de plantilla sería elevado, y el esfuerzo de gestión en la integración de los dos grupos, más que notable.

El Sabadell, quinto grupo financiero en España, se acercaría, con 245.000 millones de euros en activos (la caja catalana aporta 76.000 millones), a la cuarta posición, en manos de Bankia, que actualmente supera los 306.000 millones pero que sufrirá un drástico adelgazamiento impuesto por Bruselas a cambio de las ayudas públicas recibidas.

Además, pondría mucha tierra de por medio en su peculiar duelo con el Banco Popular, que está en los 161.000 millones de euros en activos. El Popular, reforzado externa y sobre todo internamente con el éxito de la mayor ampliación de capital de su historia (2.500 millones de euros), y con los deberes hechos en la integración del Pastor, puede pujar fuerte por CatalunyaBanc, para impedir que caiga en manos de su principal competidor, el Sabadell; para reforzar su posición en Cataluña; y para volver a recuperar su posición superior al banco catalán, perdida tras quedarse éste con Banco CAM.

El Santander era, hasta el anuncio de la integración de Banesto y de Banif, el candidato con más posibilidades de hacerse cargo de CatalunyaBanc. El mayor grupo financiero de España, que ha insistido en que la implantación de la marca única no impide pensar en adquisiciones, está interesado en la antigua caja por dos motivos: para reforzar su posición en Cataluña, sobre todo tras quedarse su gran competidor, el BBVA, con Unnim; y también para recuperar el liderazgo de la banca en el mercado español, perdido tras acudir CaixaBank al rescate de Banca Cívica.

El BBVA no parece estar interesado en CatalunyaBanc tras lograr Unnim, aunque siempre hay sitio para la sorpresa de última hora, sobre todo si impide al Santander ganar terreno en Cataluña y en el mercado español.

 

KutxaBank, mucho más que Unicaja

No parece que CaixaBank esté por la labor de asumir más riesgos en Cataluña, y el ajuste de red y de plantilla sería casi inasumible. Y el mayor grupo financiero del mercado español está mucho más interesado en NCG Banco. Así que entre las cajas ‘sanas’, las que no han recibido ayudas públicas, que pueden pujar por CatalunyaBanc sólo quedan KutxaBank y Unicaja.

El banco de las cajas vascas tiene a su favor que es la entidad financiera más solvente de España, la experiencia acumulada tras quedarse con la cordobesa CajaSur, y que la fusión, ya encarrilada, permite liberar gestores del máximo nivel para afrontar una operación de este calibre: KutxaBank tiene unos activos de 74.000 millones y es, por tanto, algo más pequeña que la caja catalana.

Unicaja no cuenta en las quinielas. Fundamentalmente, porque no ha gustado nada todo el culebrón, todavía sin terminar, en torno a Caja España Duero.

 

NCG Banco, después

Una vez que se cierre la venta de CatalunyaBanc, el Frob comenzará a preparar, sin prisa pero sin pausa, la adjudicación de NCG Banco. Aunque Bruselas ha dado de plazo hasta 2017, el Gobierno y el Banco de España no quieren esperar demasiado y tener lo antes posible totalmente clarificado el mapa bancario. Además, hay escasa confianza en que José María Castellano y César González-Bueno consigan un grupo de inversores privados con entidad suficiente como para sustituir al Frob, y menos aún en que la Comisión Europea acepte esta fórmula de reprivatización.