El final feliz de la problemática venta de la cartera de hipotecas de CatalunyaBanc suscita en el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) expectativas “positivas” respecto al resultado de la subasta de la entidad nacionalizada, como ya destacaba diarioabierto.es. El 18 de julio vence el plazo para la presentación de ofertas vinculantes por el banco que ha heredado el negocio financiero de la fusión de las caixas de Catalunya, Manresa y Tarragona.

La “magnífica venta” de la cartera de hipotecas a Blackstone, que ha llegado a los 4.187 millones de euros (aunque 572 millones los pone el propio Frob) es “una buena noticia” para CatalunyaBanc, y genera expectativas “muy buenas” para la adjudicación de la entidad nacionalizada.
La venta por separado de la cartera de hipotecas “era una medida prudente de evitar totalmente el riesgo de tener que liquidar la entidad por la imposición de la Unión Europea», insisten en el Frob. En el Fondo, controlado por el Ministerio de Economía y el Banco de España, subrayan que, tras deshacerse de la cartera de hipotecas, Catalunya Caixa se transforma «en una entidad normal». «Antes tenía peores ratios de liquidez y solvencia. Ya tenemos una entidad más pequeña, adelgazada y con variables más parecidas a las de la media del sector, por lo que se incrementa su atractivo«, enfatizan en el Frob.

Buen precio

Para animar a las entidades más remisas, el Freob opta por ‘calentar’ la puja y habla de al menos cuatro ofertas vinculantes. El mensaje es que, dado el interés que ha suscitado la subasta sobre todo tras la adjudicación de la cartera de hipotecas a Blackstone, se obtendrá un buen precio. No como en los otros dos intentos anteriores de colocar la entidad nacionalizada.
Y en ese mejor precio posible, que aminore el impacto para las arcas públicas, tiene mucho que ver otro argumento. En el Frob dejan muy claro que no se concederán más ayudas públicas a CatalunyaBanc, que ya ha engullido más de 12.000 millones. Pero abren la puerta a garantías similares a las ofrecidas al Banco Etcheverría, controlado por el grupo venezolano Banesco.
Así, el Frob se haría cargo de pérdidas ligadas a la comercialización de preferentes y otros productos híbridos, al suelo y otros activos de problemática colocación, a operaciones con derivados, y al coste de la ruptura del acuerdo de bancaseguros con Mapfre. En el caso de NCG Banco, esas garantías tenían como tope los 1.000 millones de euros.