Precisamente cuando 2016 se despedía, también lo hacía, con 87 años, José Ángel Sánchez Asiaín, el banquero pionero. Desde el Banco de Bilbao, donde se convirtió en el primer profesional del sector no vinculado a las familias accionistas que fue ascendiendo en el escalafón hasta llegar a ocupar la presidencia, fue un gran innovador: introdujo las tarjetas de crédito en España, creó el primer gabinete de comunicación digno de esta denominación en el sistema financiero, y pasará a la Historia como el hombre que inició las fusiones en la banca.

Sánchez Asiaín deja también una obra maestra en la historia económica de España. La monumental ‘La financiación de la Guerra Civil española‘, más de un millar de páginas resultado de 20 años de investigación, mereció el Premio Nacional de Historia de España. al ser “una sólida obra de investigación, bien estructurada, que abre nuevas líneas de estudio, aportando documentación inédita y que es producto de muchos años de trabajo”.

Nacido en Baracaldo (Vizcaya) el 1 de marzo de 1929 en una familia de comerciantes se licenció en Derecho en la Universidad de Deusto, donde comenzó como profesor al tiempo que trabajaba en el Servicio de Estudios del Banco de Bilbao, donde puso en marcha el Anuario Económico. Obtuvo la cátedra de Hacienda Pública y Derecho Fiscal en la Universidad de Valladolid y se doctoró en Economía en la Universidad Central de Madrid. Trabajó también como secretario general técnico del Ministerio de Industria, que dejaría tras obtener la cátedra en la Universidad de Bilbao.

Fue director del Servicio de Estudios del Banco de Bilbao (1954-1962), director general, y presidente entre 1966 y 1988, sin tener relación alguna con las familias de Neguri que controlaban el accionariado de la entidad, entonces la cuarta más grande del Estado español.

Su visión de futuro se refleja en que, ya en 1980, alertaba en su intervención en la junta general de accionistas del Bilbao sobre “la escasa dimensión de la banca nacional para competir con organizaciones europeas que han procedido a procesos de asociación y de integración para aumentar su eficacia”.

En noviembre de 1987 decidió lanzar una oferta pública de adquisición (OPA) sobre Banesto, que fracasa ante la irrupción de Mario Conde. No obstante, Sánchez Asiaín da un nuevo paso al frente y pacta con su competidor del Vizcaya, Pedro Toledo, la creación del BBV en 1988.

En 1990 cede la presidencia a Emilio Ybarra, que nueve años más tarde fusiona el BBV con Argentaria. Francisco González termina como presidente único del BBVA.

Tras dejar la banca, Sánchez Asiaín se dedica a fomentar la investigación desde la Fundación Cotec (fue su presidente desde 1990 a 2012). También fue presidente de la Fundación del Museo del Prado (1990-1993), de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, y del Colegio Libre de Eméritos.

Doctor Honoris Causa por las Universidades del País Vasco, Miguel Hernández de Elche y de Valladolid,fue académico de la Real Academia de las Ciencias Morales y Políticas, de la Real Academia de la Historia, y de la Real Academia de Ciencias Económico-Financieras de Barcelona, académico de honor de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y presidente de la delegación española de la Academia Europea de Ciencias y Artes

Ha sido también consejero del Istituto per le Opere di Religione (IOR) del Vaticano (1989-2006), presidente del Centro de Investigación para la Inversión, Capital y Riqueza Nacional de España (1965-1969) y miembro del Consejo de Economía Nacional (1975-1980).

Posee la Gran Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio, la del infante Don Enrique de Portugal, Orden del Mérito de la República italiana, la de la Estrella Polar de Suecia, entre otras condecoraciones. El rey Juan Carlos le concedió el título de marqués de Asiaín en 2010. Y el Gobierno vasco el Lan Onari, la mayor distinción en Euskadi.