Ya lo avisaron Isidre Fainé, presidente de CaixaBank, y Juan María Nin, vicepresidente y consejero delegado, en la presentación de los resultados del banco instrumental de ‘la Caixa’ en 2012: “el proceso de concentración bancaria está lejos de terminar”. La primera operación del año será la subasta del nacionalizado CatalunyaBanc, que se quiere cerrar en el primer trimestre. La segunda será la venta del Banco Gallego, controlado por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) gracias a la participación del 49,8% que posee el nacionalizado NCG Banco. La idea del Frob es que la operación este resuelta antes de que finalice el primer semestre, entre abril y mayo. La solución a la situación del Banco Gallego condiciona el futuro de la entidad que ha heredado el negocio financiero de las dos cajas de ahorros de la región: Caixanova y Caixa Galicia.

El Frob ha puesto en venta el 49,8% del Banco Gallego en manos de NCG Banco, cumpliendo una exigencia de Bruselas. Aunque Antonio Carrascosa, director general del Frob, proclame que “no hay prisa, no se van a malvender los bancos nacionalizados”, la venta depende de si los accionistas privados del Banco Gallego acuden a la operación ‘acordeón’ impuesta por el Estado en la última junta general extraordinaria de accionistas.

En el Banco Gallego, una entidad fundada en 1847 como Banca Olimpio Pérez y que tiene su actual denominación desde 1987, están José Manuel Urgoiti, empresario, ex consejero delegado del Banco de Vizcaya y fundador del Banco 21, que en 1993 compra la entidad (cinco años más tarde las dos se fusionan, y entra además Caixanova como accionista mayoritario); Javier Ungría, propietario de Ungría Patentes, con el 11,45%; los empresario gallego Epifanio Campo, con el 11,58%, y Ramón Bahamonde, con el 3,65%; Inditex (la empresa propietaria de Zara y controlada por Amancio Ortega, que es accionista del Banco Popular tras la absorción del Pastor), con el 2,46%; y el banco francés BNP Paribas, con el 3,13%. Estos accionistas privados deberán, tras haber perdido 125 millones al pasar el capital a cero euros, aportar unos 90 millones de euros para evitar la nacionalización del Banco Gallego, en el que el Frob ha inyectado 80 millones.

Al Frob, cuyos responsables han descartado la liquidación (como en el Banco de Valencia, creen que una venta es menos onerosa que esta opción) salvo que no aparezca un comprador, le interesa que los accionistas privados no acudan a la ampliación que se cerrará en marzo y que se nacionalice la entidad. Es más fácil vender una entidad con un solo accionista que con un grupo heterogéneo de propietarios.

Interés por Galicia

El mensaje que se transmite desde el Banco Gallego es que hay entidades interesadas en la compra de la entidad como plataforma de expansión en el mercado gallego. Y fuentes de la entidad ponen nombres a ese interés: el portugués Banco Espírito Santo (BES); KutxaBank; CaixaBank y Banco Sabadell.

En el Banco Gallego recuerdan que el BES es un habitual en las especulaciones sobre la entidad. El Banco Gallego encaja en la estrategia del grupo portugués, que se presenta como una entidad financiera ibérica: tiene una red consolidada en Galicia (117 sucursales) y el acento puesto en rentas medias-altas, el segmento preferido por éste. Pedro Escudero, director general del BES en España, admite que el grupo portugués está «interesado» en comprar en el mercado nacional, dentro de su planteamiento de banco ibérico. En el caso del Banco Gallego, precisa que no conocen “ni el proceso ni el calendario”, pero reconoce que en el momento en que tengan más detalles de la operación decidirán si entran en la compra o no. «Participaremos o no en función de los términos«, señala.

Otro nombre frecuente cuando se habla del Banco Gallego es el Sabadell. En la entidad gallega señalan que el Sabadell ya solicitó el cuaderno de venta del Banco Gallego en 2009, cuando Caixanova intentó vender su participación del 49,8% para recapitalizarse y evitar la nacionalización. Además, el Sabadell apenas cuenta con 28 sucursales en Galicia, zona en la que tiene un gran interés. El Banco Gallego puede ser una opción más barata, y menos compleja a la hora de la integración, que NCG Banco. Y puede servir de consuelo si el Sabadell no logra CatalunyaBanc.

CaixaBank tiene cerca de 200 sucursales en Galicia. Es el tercer grupo en la zona, tras NCG Banco y el grupo Popular/Pastor. Pero en el banco de ‘la Caixa’ no ocultan, sino todo lo contrario, que Galicia es una de las áreas en las que quieren crecer. Y para ese objetivo puede ser mejor el Gallego que NCG Banco.

KutxaBank cuenta con una presencia muy reducida en Galicia, con una decena de sucursales, como en muchas zonas de España. El banco que ha heredado el negocio financiero de las tres cajas vascas quiere repetir el éxito de la integración de la cordobesa CajaSur y avanzar en su implantación en todo el Estado español. Tiene recursos suficientes para optar por las dos compras. CatalunyaBanc y Banco Gallego o NCG Banco.