La paz laboral en Bankia, fruto del acuerdo con los sindicatos del pasado miércoles y que ha reducido la reducción de puestos de trabajo de 4.900 a 4.500, permite al equipo que preside José Ignacio Goirigolzarri acelerar otro de los ajustes impuestos por la Comisión Europea a cambio de las multimillonarias ayudas para su saneamiento: la reducción de la capacidad instalada. Bankia ha anunciado que comenzará en marzo el proceso de ajuste de su red de oficinas, “en el marco del Plan de Reestructuración aprobado por las autoridades europeas y españolas el pasado mes de noviembre”.

Goirigolzarri no ha dudado en pisar el acelerador tras el pacto laboral. Aunque el Plan de Reestructuración daba de plazo tres años para ese ajuste, hasta 2017, los gestores de Bankia se han autoimpuesto tener culminada la práctica totalidad del proceso dentro de un año. Paralelamente a la reestructuración de la red de sucursales, Bankia realizará el ajuste de sus servicios centrales, que actualmente están ya sobredimensionados y que deberán adaptarse a unas 2.000 oficinas y a menores áreas de negocio.

¿Por qué tanta prisa? Oficialmente, para “dotar de estabilidad a la franquicia”. Cuanto antes esté hecho el ajuste, antes comenzará la fase de consolidación y crecimiento y, por tanto, las posibilidades de reprivatización y de normalización accionarial y funcional de Bankia. Pero también para “preservar la mejor calidad en la atención a los clientes”·. En otras palabras, para evitar la fuga de clientes, que es prácticamente inevitable en una reestructuración que afectará a un millar de sucursales.

“En base a la planificación establecida, las oficinas implicadas serán informadas con, al menos, un mes de antelación a la fecha efectiva de cierre”, explican en el grupo. “Bankia informará también con varias semanas de antelación a los clientes que deban cambiar de oficina de cuál será su nueva sucursal de destino en la que seguirán recibiendo sus servicios bancarios”, insisten en la entidad.

Ámbito nacional

Una vez acabado el proceso de ajuste de la red, Bankia contará con «alrededor» de 2.000 oficinas y “seguirá siendo una franquicia de ámbito nacional”, aunque con una mayor concentración en los territorios de origen del grupo (Comunidad de Madrid, Comunidad Valenciana, Cataluña, Canarias, Castilla y León, La Rioja) y sus ámbitos de influencia (Castilla La Mancha, Región de Murcia). Bankia, como todas las entidades nacionalizadas o que reciben ayudas públicas, tiene limitadas sus actuaciones comerciales fuera de esas áreas.

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, afirma que “esta reordenación es necesaria para mejorar la eficiencia y la rentabilidad de Bankia, garantiza la viabilidad del proyecto y la posibilidad de retornar el apoyo público recibido”. “Con una red de 2.000 oficinas, Bankia seguirá teniendo presencia en todo el territorio nacional y preservará el empleo de 14.500 personas”, subraya.