Una vez asimilados los conceptos anteriores y dominadas las líneas de tendencia, resistencias soportes y medias, vamos a subir un nuevo peldaño y vamos a hablar de algunas de las figuras más características del análisis técnico. No haremos un análisis de todas, que hay muchas, sino de las que más nos interesan para nuestra operativa por ser “favorables” a nuestros intereses y a nuestro sistema de especulación: los hombro-cabeza-hombro, tanto el natural como el invertido, y los triángulos.

Comenzaremos hoy con el  hombro-cabeza-hombro.- Suele enunciarse como HCH y representa una figura exactamente como la imaginamos:

El precio va subiendo hasta que marca un pico y en su descenso se para en el último retroceso de la tendencia alcista para intentar mantener la tendencia. Tras un pequeño ascenso, vuelve a frenar justo en los niveles en los que hizo su penúltimo pico alcista y retrocede para caer definitivamente.

Como habrán adivinado rápidamente, se trata de una figura bajista. Cuando el precio atraviesa a la baja la línea clavicular mostrada en la imagen (llamada así porque une las dos imaginarias clavículas), entra en tendencia bajista en un 90% de las ocasiones, así que no es de extrañar que los traders estén muy pendientes de esta figura. Además, por lo general, suele intentar un último ascenso “desesperado” tras romper la línea clavicular que suele tener por final precisamente la zona de la línea clavicular.

Los puristas quieren el HCH exactamente así, recto y si no está así no lo consideran válido, pero la experiencia demuestra que los HCHs raramente se desarrollan completamente erguidos, sino que suelen tener alguna inclinación. No sea excesivamente estricto, ni demasiado laxo, para determinar si estamos o no ante un HCH y, en cualquier caso, si le parece que sí y está largo, vaya pensando en cerrar la posición porque el recorrido a la baja suele ser el mismo que el comprendido entre la cabeza y la línea clavicular.

Las buenas noticias para los alcistas vienen dadas por la segunda consecuencia que anuncia esta figura: si no rompe la línea clavicular con claridad o si consigue remontar rápidamente (esto segundo que ocurre pocas veces así que no confíe en ello), la progresión alcista suele llevar el precio generalmente de nuevo al lugar donde marcó la cabeza, es decir a aquél máximo ya casi olvidado.

En una imagen real, podemos observar el comportamiento más habitual de este tipo de formaciones. Corresponde al par euro-libra y cumple la regla habitual de objetivo de descenso:

Como puede observarse, es habitual que el gráfico no sea exactamente como dice la teoría y en este caso podríamos haber señalado un segundo hombro inmediatamente después del primero antes de iniciar el recorrido hasta la cabeza, lugar en el que también podría haberse señalado una primera cabeza justo en el lugar en el que se ha comenzado la medición de objetivos de caída. Por eso digo que no hay que ser demasiado estricto con esta formación, aunque tambiénn advierto que se da menos veces de lo que parece.

Y ahora veamos lo que ocurre cuando el precio no rompe con claridad la línea clavicular, para regocijo de los alcistas:

Busquen, tracen líneas, equivóquense como todos hemos hecho más de una vez y seguimos haciendo, pero retengan en su cabeza esta figura porque nos va a ser muy útil en el próximo futuro.

Nos vemos en el parqué