El consejo de administración del grupo automovilístico estadounidense General Motors ha aprobado un programa de inversiones de 4.000 millones de euros para Europa, incluida España, que se ejecutarán hasta el año 2016.

El consejo de General Motors, reunido en Russelsheim (Alemania), ha ratificado su compromiso con Opel y con Europa. «Opel es clave para nuestro éxito y goza del total apoyo de su matriz», declaró el presidente de la multinacional, Dan Akerson.

El máximo responsable de General Motors añadió que la empresa necesita una gran presencia en Europa, en términos de diseño y desarrollo, así como de producción y ventas.

Al mismo tiempo, el máximo órgano de gestión de la corporación ha ratificado, en una reunión ordinaria planificada previamente, el plan estratégico a diez años denominado ‘DRIVE!2022’, que contempla el retorno a la rentabilidad a mediados de esta década.

La reunión del consejo de General Motors se produce sólo dos días después de que los trabajadores de la planta de Opel en Figueruelas ratificaran el preacuerdo alcanzado por sindicatos y empresa sobre el convenio colectivo en la factoría zaragozana.

El preacuerdo garantiza que no haya despidos forzosos durante el año 2013. Además, en los dos primeros años de los cinco de vigencia del convenio colectivo, habrá congelación salarial. En los tres siguientes –2015, 2016 y 2017– los trabajadores percibirán una subida del 1,5%.

Con este convenio se sientan las bases para que la única planta del grupo General Motors en España, en la que actualmente se ensamblan los modelos Corsa y Meriva, opten a la fabricación de nuevos modelos.

El consejero delegado de Opel, Karl-Thomas Neumann, destacó el «honor» que supone para la marca acoger la reunión del consejo de General Motors, y subrayó el apoyo de la matriz al plan estratégico. Asimismo, precisó que buena parte de la inversión se destinará a la ofensiva de producto, que contempla el lanzamiento de 23 nuevos modelos y 13 nuevos motores.

Por su parte, el presidente del consejo de supervisión de Opel, Steve Girsky, explicó que la presencia del consejo de General Motors en Alemania tiene por objeto hacer patente su solidaridad y su apoyo. «Opel ha sido parte de General Motors desde 1929 y hoy es un elemento decisivo, con una vinculación más fuerte de lo que lo ha sido nunca», añadió.