Los supermercados siguen llenos. En la calle la gente sigue caminando hacía sus trabajos, persiguiendo sus rutinas, superando un día más para dar paso a otro día. Los trenes siguen saliendo puntuales de la estación, la bolsa sube y baja, la televisión sigue emitiendo su programación. Y tú… Tú te has detenido un momento en el camino. Has dicho: voy a descansar un poco, que ya he luchado bastante. Son ya tres semanas…

Estás luchando, pero tus enemigos son muy fuertes, tal vez tú sola no puedas con todo. Pero hay gente que te quiere ayudar. Tus dos soles. Un sol naranja y otro rojo brillante. Esos soles están contigo. Piensan en ti cada día y te quieren tanto que son capaces de mover el mundo de lugar para que sigas luchando.

Quiero decirte, que es todo muy extraño. Que a veces la vida se llena de agujeros por los que no hay que caer pero caes sin querer. Sientes dolor y lo sé. Es un dolor profundo y denso. Es un nublado en la mirada. Es un suspiro que te retumba por dentro. Sin embargo, ahí estás tú, entre la vida y la vida, porque nunca saliste de ella.

Quiero decirte que aunque todo se torne de un color gris, tu mundo siempre seguirá con luz, porque tus dos soles estarán siempre a tu lado. Imagina un mundo sin luz, un mundo sin tus soles, sin la vida que has traído tú a la vida. Imagina lo que sería no verles reír nunca más, no tenerles cerca ni sentir sus besos y abrazos, imagina que les dejas aquí indefensos y aún perdidos. Esos soles se apagarían poco a poco, porque si no ganas esta lucha no tiene sentido seguir brillando con la misma intensidad de antes.

Nunca pensé que te escribiría unas palabras, que te pediría que te quedases, que no nos abandonases, que luchases por la vida , que quedan cosas bellas por hacer. Y que tus dos soles seguirán brillando para ti.  Para ser tú luz en noches oscuras, para ser tu calor cuando el frío te abrace, para ser tu risa cuando la tuya se apague.

Espero que este artículo, que estas palabras te lleguen como un regalo para que sigas luchando por quedarte entre la vida y la vida, y nunca cruces ese pasillo de luz al que aún no perteneces, porque es pronto todavía.

Te quieren tus soles, y te queremos todos nosotros. Ánimo. Sigue luchando.