Mis relatos cada vez más distanciados,  actitud ante una discreción, respeto a la gente que ya no respeta, todo me lleva a volver en total y pleno corazón a ser mi verdadero yo. Alma de pintor, vida de silencio y creación, concentración ante la creación. No soy escritora, ni relatista, solo soy una persona que expresa sentimientos, sentimientos transformados por las mentes dementes, siento y escribo. Quiero sentir de verdad. Cada vez que escribo algo es dar parte de mi alma. Mi alma está en la pintura y mi boca cerrada.

Entrar en mi estudio y oler, mirar y ver colores, sentir el movimiento del cuerpo entero al ver un brochazo, respirar y cortar la respiración, sentarme en el sofá y mirar durante indefinido tiempo, miro recuerdos , sentimientos, dolores , alegrías, en un segundo sonríes y lloras . Épocas de un cuadro en segundos.

Abro el ordenador, escribo y veo que no es mi letra, me deja fría. No puedo olerlo, los colores me aburren y no creo que nadie se quede mirando durante horas a la pantalla, sin tocar un solo botón. Mi cuerpo no se mueve, mis manos no dibujan en cada letra. Plástico y ruido de teclas. Hay mucho dentro de un ordenador, pero jamás veras donde estoy sentada, si te imaginas algo imaginaras una mesa donde esté apoyado, una silla y dos o tres marcas de ordenador, esto si te pones a pensarlo, porque sinceramente no me parece muy emocionante los alrededores de este aparato.

Es habitual ver a personas  con su Tablet, ordenador o teléfono por sitios públicos, están por todas partes, pero sinceramente no creo que muchas de esas personas estén en proceso de creación en ese momento en que yo por ejemplo las estoy mirando en la sala de espera, el autobús, un banco o dentro del coche. Me cuesta imaginar que en cualquiera de esas situaciones estés en pleno proceso de creación. Por supuesto que el ordenador tiene su estudio, sin olor, sin color, estático.

Esto no es lo mío, no sabéis lo que me está costando escribir esto, porque es una despedida. Agrio por un adiós, dulce porque quiero sentir algo fuera de mí, quiero percibir.

Enciendo la luz y un olor a madera me invade, miro los tubos de oleo cada vez veo más bonitos, acaricio mi caballete, motas de pintura, colores me rodean, cada cuadro es un sentimiento, muchos juntos son muchos sentimientos, polvo que no es dañino, polvo de mármol, polvo de no tocar, no me va a estropear el cuadro ya terminado. Olor profundo y fuerte de la trementina atraviesa mi nariz y pasa hasta por mi garganta, luz de día, luz de sol. Cumulo de sentidos que te hacen vivir.

Tranquilidad en mis hechos, mi secreto, mi vida. El estudio está conmigo, con mi hijo y con mi padre que siempre serán los primeros en ver una obra. Con cariño entran en mi estudio, vibra la buena energía. Fuera la curiosidad y el cotilleo de cómo será, allí se entra para sentir.

Me ha gustado compartir relatos con vosotros, pero salvo en raras ocasiones os vi la cara leyéndolos. Gracias a los comentarios, gracias a vuestra energía para apoyarme en este periodo, gracias a vuestra amistad y buen corazón para decirme algo. Gracias a los que me dijeron que los comentarios eran de gente que me hacia la pelota, gracias a los detractores, me descubristeis muchas cosas también. Gracias a los que jamás comentasteis, también me dijisteis todo. Gracias por esta experiencia que no acabará, porque seguirá con una pluma en mi mano y un tacto de papel.

Me siento orgullosa de haber sido relatista sobre todo en este diario, hay un gran cariño…

…PERO SOY DE CORAZON Y ALMA PINTORA y como tal mi carácter también, muchos de mis admirados pintores son escritores, escritores ocultando su gran sensibilidad.

POR EL RESPETO QUE OS TENGO, ARTISTAS DE LAS LETRAS Y EL PINCEL.