Almunia carga contra los financiadores que deben devolver las ayudas al naval

12/07/2013

Luis Martínez del Amo. Los sindicatos temen una espantada de inversores, entre los cuales destacan El Corte Inglés, Zara, Inditex y el Banco de Santander.

No corren peligro. La construcción naval española no naufragará. A pesar de la millonaria reclamación a la que se enfrenta el sector, el comisario de la Competencia, Joaquín Almunia, cree que los astilleros españoles sobrevivirán. Una opinión que choca frontalmente con la del propio sector, que cree que el comisario les “condena” a la ruina. La patronal sostiene que ahuyentará a los inversores. En especial debido a la devolución de 2.800 millones en ayudas a la que se enfrentan inversores, entre los cuales destacan grandes compañías como El Corte Inglés, Zara, Inditex, el Banco de Santander.

Almunia negó este viernes que los astilleros españoles estén abocados a la quiebra. En opinión del comisario, la devolución de las ayudas cobradas indebidamente no afectará a la salud de los astilleros españoles. Según recalcó, serán los inversores quienes asumirán el reembolso de las ayudas, denominadas ‘tax lease’, que chocan contra la doctrina de libre competencia de la Unión Europea.

Una opinión la de Almunia que choca de frente con la de la patronal de los constructores navales. Fuentes de Pymar reclamaron a la Comisión Europea que deje sin efecto la decisión de Almunia, quien exculpó a armadores y astilleros pero condena a los inversores a la devolución de las ayudas, cifradas por algunas fuentes en más de 2.800 millones de euros.

Más de 87.000 puestos de trabajo en el alero

Dos representantes sindicales abordaron a Almunia esta mañana en San Sebastián durante un acto celebrado en el Palacio de Miramar. El comisario trató de tranquilizar a los sindicatos sobre el futuro del sector. Según el representante de CCOO, Ángel Ramos, Almunia les aseguró que el sector “no corre peligro” a pesar de la devolución de las ayudas.

En un encuentro con la prensa, Almunia insistió en que serán las entidades financieras las que deban reembolsar las ayudas. Esta decisión, que no es firme -antes debe confirmarla la Comisión Europea (CE) previsiblemente la próxima semana- obliga a la Hacienda española a ejercer la función de recaudar las ayudas indebidas, recordó el comisario.

La decisión de Almunia pone, según la patronal Pymear, en peligro 87.000 puestos de trabajo, entre directos e indirectos. También amenaza futuras inversiones, según añadieron. Almunia ha eximido a los armadores, que son en su mayoría extranjeros, afirmaron. En cambio, carga el pago contra los financiadores, en su mayoría españoles; lo que provocará que los bancos congelen las ayudas a los astilleros y denieguen los créditos y avales que necesita el sector naval español, remachó la patronal.

Zara, El Corte Inglés y el Santander, entre los financiadores

Fuentes sindicales enumeraron algunos de los inversores que han financiado la construcción de barcos en el pasado. Las entidades financiadoras son las que deberán cargar con la factura de Almunia. En este listado figuran compañías como Zara, Inditex, El Corte Inglés, Banco de Santander y algún banco más, según informó el responsable del sector naval de UGT en Euskadi, Manuel Velado.

Muy pocas voces han alabado desde España la decisión de Almunia. Una de ellas, aunque crítica con el fondo de la decisión, proviene del Gobierno vasco. La consejera vasca de Desarrollo Económico, Arantza Tapia, ha juzgado “positiva” que la posible devolución de las ayudas corra a cargo de las entidades inversoras, tal y como pidió la delegación española que viajó a Bruselas el jueves, y ha añadido que “la pelota se encuentra ahora sobre el tejado del Gobierno central, informa Europa Press.

La consejera vasca ha exigido al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que se ponga “manos a la obra” y trabaje “cuanto antes” para que la decisión del día 17 contemple la devolución de las ayudas sólo a partir del 2011 “y no antes”, desde el 2005.

Por su parte, Almunia afirmó en su intervención que “lo que no puede ser es que se quiera basar el futuro de un sector en un tipo de ayudas que ni fueron notificadas en su día, ni son, por desgracia, compatibles con la normativa” y que, además, “no han beneficiado directamente a los astilleros, sino que han beneficiado a los inversores”.

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