José Antonio Monago, presidente de la Junta de Extremadura, está a punto de salirse con la suya. Tras fracasar en el intento de dar marcha atrás a la integración de Caja de Extremadura en Liberbank y de Caja de Badajoz en Caja3 (en proceso de absorción por Unicaja), logró paralizar la de la Rural de Extremadura en el Grupo Ibérico, el sistema institucional de protección (SIP) impulsado por la sevillana Rural del Sur. Y ahora tiene a punto de caramelo la fusión de la Rural de Extremadura con CajAlmendralejo, pese al malestar que no ocultan los directivos de la segunda porque el presidente de la primera, Román Prieto, da por hecha la operación, y aunque esté sin resolver el futuro de la entidad dentro de Solventia, otro SIP de rurales.

Una fusión impuesta por la Junta de Extremadura, como adelantó el 24 de abril diarioabierto.es. El presidente de la Rural de Extremadura, Román Prieto, aprovechó un encuentro con el presidente del Parlamento autonómico, Fernando Manzano, para anunciar que el Banco de España concede el nihil obstat a la salida de su entidad del Grupo Ibérico, que se producirá “no más allá del 15 de agosto”.

Prieto reconoce públicamente que «posiblemente» la salida de Caja Rural de Extremadura del Grupo Ibérico «nunca hubiera sido posible sin la actuación, entre otras instituciones, de la Asamblea de Extremadura«, aunque no cita al principal muñidor de la operación, al presidente de la Junta. Justifica esa decisión en que, en este SIP; la Rural de Extremadura estaba siendo “humillada”, que la integración se realizó «bajo unas condiciones leoninas y usureras» que conllevaba que el Consejo Rector de la entidad «no decida sobre el día a día» de la entidad.

«Mi entidad tenía el nombre de Extremadura, pero los depósitos de los extremeños no estaban siendo invertidos en Extremadura, por decisión del consejo rector de la Caja Rural«, añade. Y se decide «desde otra tierra» dónde van esos depósitos, algo «tremendamente humillante«.

La próxima semana se reúnen los consejos

Pero el principal anuncio de Román Prieto en el encuentro con el presidente del Parlamento autonómico es que CajAlmendralejo y la Rural de Extremadura tienen muy avanzadas las negociaciones para su fusión.

La próxima semana se reúnen los consejos rectores de ambas entidades para dar el visto bueno a la operación, que deberá ser refrendada por las asambleas generales, que se convocarían para octubre. La nueva rural, una «entidad fuerte, grande y extremeña«, con 3.400 millones en activos totales, menos de medio millar de trabajadores y 274 sucursales, puede ser una realidad el 1 de enero de 2014.

«Sería para Extremadura una entidad de referencia«, argumenta Prieto, que destaca que «si somos capaces de conseguirlo, podremos presumir en Extremadura de haber hecho una fusión que no conlleva despidos de ningún trabajador». Además, «mucho antes» de plantear estos despidos, propondría «rebajar los sueldos de los altos mandos«. Y augura que «en el espacio de uno o dos años, no sólo no se despedirán trabajadores, sino que se contratarán».