No por sabido, deja de ser una buena noticia. Los inspectores de la ‘troika’, formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), han certificado la «salida limpia» del rescate de la banca española. Y lo han hecho en su primera jornada de reuniones de la quinta y última misión a España, el lunes 2 de diciembre, con la nacionalizada NCG, que está ultimando su venta, BBVA y Liberbank.

Los inspectores de la ‘troika’, más conocidos como ‘los hombres de negro’, han aterrizado en Madrid el primer día laborable tras la aprobación por el Consejo de Ministros de la normativa que traspone el Reglamento y la Directiva de Solvencia. En esa regulación se resuelve, aunque sea parcialmente, la cuestión de los activos fiscales diferidos (DTA), que supone 30.000 millones de euros menos de exigencias de capital para los bancos españoles.

La ‘troika’ ha mostrado su satisfacción por los niveles de recapitalización alcanzados por las entidades financieras españolas, tras utilizar el Gobierno 41.300 millones de los 100.000 millones de la línea diseñada en julio de 2012 por el Eurogrupo para la reestructuración de las que tenían problemas (algunas de las antiguas cajas de ahorro). Pero mantendrá una vigilancia estrecha sobre la banca española hasta que no se haya devuelto el 75% de esa cantidad. La ayuda a la banca no es gratis: tiene un tipo de interés del 0,5% y un plazo de amortización de 15 años.

Los ‘hombres de negro’, que mantendrán reuniones con el Gobierno, el Banco de España, AEB, Ceca, y analistas, tienen previsto contactos el martes 3 de diciembre con la nacionalizada Bankia, el Grupo Santander, Ibercaja y ‘la Caixa’. El miércoles 4 de diciembre será el turno de los bancos Popular y Sabadell, Unicaja y la nacionalizada CatalunyaCaixa. Y el jueves 5, con BMN y con Banco Ceiss, en proceso de compra por Unicaja.

Las conclusiones preliminares de esta última visita se harán públicas, previsiblemente, el 16 de diciembre. El informe definitivo de la Comisión Europea y el del BCE se publicarán a finales de enero. Y el del FMI, a principios de febrero.