Pedro Pablo Villasante, secretario general de la AEB, por la mañana: hay que terminar “lo antes posible” la reestructuración del sistema financiero . Por la tarde, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) reconoce que intentará iniciar la venta de Catalunya Banc en enero.

Pero en el Frob dejan muy claro que no se seguirá el proceso desarrollado en NCG, y ganado de calle por Banesco: «La vía probablemente será no hacer una subasta normal como las que hemos hecho hasta ahora». Sí se quiere seguir el camino desbrozado por el banco venezolano (a través del Banco Etcheverría): poner encima de la mesa 1.003 millones de euros (aunque se pague el 60% a plazos hasta 2018), no exigir esquema de protección de activos (EPA) ni garantías adicionales.

“Ojalá  la venta de NCG Banco suponga un cambio de tendencia, y la venta de Catalunya Caixa tenga un impacto positivo. Esperamos que eso de vender la entidad por por un euro pertenezca al pasado», insisten en el Frob.

La institución controlada por el Ministerio de Economía y el Banco de España hará «todo lo posible» para que en el proceso de venta de Catalunya Banc haya «el mayor número de jugadores posible».

Aunque se ha avanzado «bastante» en el proceso de ‘due diligence’, en el Frob precisan que «el ballet formal de la venta no se ha iniciado”. «Hay que intentar vender bien la entidad. Estamos pensando mucho y bien en ella», han agregado.

En el Frob no creen que las tensiones independentistas en Cataluña desanimen a inversores internacionales potencialmente interesados en la entidad.

Insatisfechos

En el Frob admiten que era «imposible» recuperar los 9.981 millones de euros de ayudas que se inyectaron en NCG Banco, pero insisten en que se ha intentado minimizar el coste para el contribuyente. El Frob ya ha contabilizado como pérdidas en su balance cerca de 6.000 millones. «Satisfechos de la subasta no podemos estar cuando se inyecta en una entidad 9.981 millones de euros y se recuperan 1.000 millones», reconocen en el Frob.

El Frob reconoce que ha ofrecido a Banesco unas garantías por valor máximo de 800 millones de euros en el caso de que la entidad tuviera que hacer frente a ajustes por la transmisión de activos de NCG a Sareb o cantidades que la entidad deba abonar a compañías de seguros por los procesos arbitrales en los que se pueda encontrar inmerso, entre otras cosas. El valor razonable esperado es de alrededor de 200 millones de euros.