El nuevo Mégane de Renault ha experimentado una exhaustiva renovación en lo que toca a su estética exterior, aunque no deja de ser el coche hasta ahora en venta.

De este modo, exhibe un remozado frontal con el nuevo rombo de la marca gala de mayor tamaño y fondo negro brillante. También en esa parte actualiza parrilla y sistema de iluminación, a base entre otros de luces LED diurnas de nuevo cuño.

En otro orden de cosas, cambia el diseño de las llantas (de hasta 19 pulgadas) y amplía la paleta de colores de carrocería disponible.

Dentro, y más allá de la nueva impronta exterior, cambia tapizados, algunos materiales y texturas. Todo ello le hace ganar calidad percibida. Asimismo, puede llevar multimedia R-Link.

Pero quizá más significativa es la mejora en la eficiencia de toda la gama de motorizaciones.

Así, el acabado Life puede contar desde ahora con la mecánica de gasolina turbo Tce 1.2 de 115 CV que se fabrica en Valladolid, y que emite 119 g/km.

Además, ha mejorado la potencia de la motorización turbodiésel dCi 1.5, que pasa de 90 a 95 CV a cambio de un gasto cifrado en 4,1 l/100 km (106 g/km). Otra novedad en la gama Mégane es la nueva transmisión automática y secuencial de doble embrague EDC, a partir de este momento compatible con el propulsor de gasolina turbo Tce de 130 CV.

Replanteada

La firma gala ha aprovechado la renovación de su modelo más vendido en España para remodelar la gama, de forma que pasa de contar con 5 acabados a solo 3: Life, GT Style y Bose, a los que hay que sumar la variante deportiva RS, con motor de gasolina turbo 2.0 de 265 CV.

Los precios en España de la renovada oferta Mégane berlina, o de 5 puertas, parten de 15.350 euros (11.700 euros si el cliente se acoge al Plan PIVE 5 y a la financiación de la compañía) y finalizan en los 28.500 euros del RS. El Mégane Coupé tiene un sobrecoste de 650 euros y la carrocería familiar Sport Tourer, de 1.900 euros.  Las novedades también afectan al descapotable de techo duro eléctricamente escamoteable Mégane Coupé Cabriolet.