Internet cobija a delincuentes de todos los pelajes, pederastas, traficantes de personas y drogas, terroristas… Se comunican bajo el paraguas de la web secreta o profunda (deep web), todo un paraíso oculto para los ciberdelincuentes e indetectable por medio de los buscadores convencionales y, por ende, para militares, policía y servicios de inteligencia. Esa web invisible es infinitamente más grande que la convencional. Un agujero negro de foros y salas de chat con miles de terabytes invisibles, fuera del alcance de Google y Bing, por el que se cuelan y esconden multitud de ladrones y asesinos. Aunque no toda la información que circula por ella es nociva o ilegal.

Paradójicamente, la puerta de entrada más conocida a ese refugio digital, solo localizable con software especial, fue creada por el gobierno de Estados Unidos como herramienta de espionaje y para investigar en el anonimato. Esa red se denomina TOR (The Onion Route). Toda la información alojada en ella no está indexada por los buscadores, esto es, queda excluida en los resultados de búsqueda con un buscador corriente. El uso del navegador TOR posibilita la intimidad, el secreto de las comunicaciones y el anonimato. Pero no es la única red que conforma la deep web ni tampoco es infalible. Prueba de ello, la reciente detención del joven de 29 años Ross Ulbricht, más conocido como Dread Pirate Roberts, el creador del Silk Road, un imperio de la droga y otras actividades ilegales que operaba en la web profunda y se alojaba en TOR. Una herramienta aún más utilizada después de conocerse el espionaje gubernamental efectuado por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA). El informático Snowden también se valió de otro software de cifrado de correo electrónico, Lavabit, pero ha sido cerrada. Al mismo final se vio abocada la compañía Silent Circle con su servicio de correo encriptado. Por cierto, que esta última lanzará la próxima semana, en el Mobile World Congress de Barcelona, el primer smartphone especialmente diseñado para preservar la privacidad del usuario, Blackphone. Y lo fabrica la empresa española Geeksphone.

Para el desafío de desarrollar un motor de búsqueda capaz de encontrar esa información oculta, la agencia de Investigación Tecnológica del Departamento de Defensa de Estados Unidos, DARPA, busca socios para un proyecto, denominado Memex (acrónimo de memoria e índice). Una iniciativa para construir tecnología de búsqueda avanzada con la que cruzar información de forma más rápida y eficiente. Apta para descubrir el contenido compartido a través de páginas web. Que busque información en la red oscura (dark web) por temas específicos de dominios en lugar de temas generales.

«El objetivo del programa Memex es desarrollar un software que permita la indexación de contenido específico de la web pública y las capacidades de búsqueda de un dominio concreto. Esta tecnología proporcionará los mecanismos para descubrir contenido, extraer y recuperar información, la colaboración del usuario y otras áreas necesarias para hacer frente a la agregación distribuida, el análisis y la presentación de los contenidos web», explica el DARPA en su web.

El primer cometido de Memex será perseguir el tráfico de personas. «El uso de foros, chats, anuncios, ofertas de trabajo, servicios ocultos, etc., ha servido para el crecimiento de una industria de la esclavitud moderna», afirma. La tecnología de búsqueda del DARPA se focalizará en los datos públicos no en el contenido privado.

El laboratorio tecnológico del departamento de defensa de Estados Unidos busca «propuestas revolucionarias para alcanzar o mejorar las ideas descritas en 1945 por el científico Vannevar Bush, en su artículo titulado «As We May Think» («Como podríamos pensar»). El investigador, que trabajó en el MIT, sugiere la creación de una máquina, llamada Memex, que almacena información fácilmente encontrable. El proyecto del DARPA se inspira en ese hipotético dispositivo, que complementaría la memoria humana. Un invento precursor de internet.

DARPA prevé que llevará tres años desarrollar esta nueva generación de buscadores del proyecto Memex. Una iniciativa que se une a otras de este organismo como la creación de unas lentillas para dotar a los soldados de una súper visión o un exoesqueleto para combatir la fatiga en el campo de batalla.