La nueva familia de motores Drive-E de Volvo arroja emisiones de CO2 líderes en su categoría por austeras. Acaba de aterrizar a bordo de los V40 y V40 Cross Country y, en el caso de la alternativa de gasóleo V40 D4, con 190 CV y caja de cambios manual, homologa 85 g/km.

Inicialmente, el V40 podrá estar equipado con 2 motores de 4 cilindros Drive-E: turbo de gasolina T5 de 245 CV y el citado D4 turbodiésel de 190. Una caja de cambios automática y secuencial de 8 velocidades (hasta con levas en el volante) se ofrecerá como extra opcional, alternativa a la manual de 6 velocidades de serie, con todo recién mejorada para lograr mayor ahorro de combustible.

El Drive-E D4 desarrolla además 400 Nm de par límite. Suma tecnología i-ART, con presión individualizada por inyector en vez del tradicional y único sensor de presión que aporta el conducto común o common rail.

En detalle, cada inyector tiene un chip de «inteligencia» en la parte superior que controla la inyección. Así, el sistema autoadaptable i -ART asegura que se inyecta la cantidad ideal de carburante en cada ciclo de giro mecánico.

El diésel aporta otras tecnologías como el mecanismo biturbo (twin-turbo), fricción reducida y una válvula «inteligente» en la refrigeración para conseguir un calentamiento más rápido tras un arranque en frío.

Se contenta con solo ¡3,3 l/100 km!

El gasto de combustible en un V40 D4 con cambio manual se ha reducido a solo 3,3 l/100 km (consumo combinado en ciclo mixto UE), lo que corresponde a las mencionadas emisiones de CO2 de 85 g/km. Las cifras equivalentes, en el caso del más «campero» V40 Cross Country, son de 4,0 l/100 km y 104 g/km, con caja de cambios manual. Como cabe apreciar, valores muy contenidos, en línea con los que arrojan utilitarios de nueva hornada.

Por su parte, el nuevo gasolina turbo de 4 cilindros T5 y 245 CV/350 Nm exige, con transmisión automático y secuencial de 8 relaciones, 5,8 l/100 km (equivalen a 136 g/km).