Van Morrison relaja la faja

-La reedición de “Moondance” enseña otra cara del genio.

La intensidad lograda con “Astral Weeks”, un disco que es además un mundo, una religión, una batalla personal y una guerra a muerte con los demonios interiores, no podía mantenerse, salvo que se quisiera enloquecer. Por eso su continuación, “Moondance”, representa un “relaja la faja”, una bajada de presión. Algo comprobable con su reedición.

En realidad son dos las reediciones, ambas además no autorizadas por su autor, una con dos cds y once extras y otra con una caja que contiene numerosos cds con innumerables tomas de las canciones que conforman un disco que no puede ser calificado de menor porque el León de Belfast no puede hacer algo así.

Entre los atractivo figuran las tomas de una canción “I Shall Sing” que, compuesta por Morrison, alcanzó el éxito en la meliflua voz de Art Garfunkel. Como es fácil de adivinar, no hay color. El ritmo de ska jamaicano que el insufla el irlandés es de nota. Como lo son “Caravan” y su soul encendido y elegante; “Crazy Love”, sensual balada ante la que sucumbieron para hacer versión Rod Stewart y Steve Harley, entre otros, o esa canción que vale todo un álbum, “Into The Mystic”, que enseña la cara mística del genio.

Sello: Universal. Precio: 15 (edición sencilla). Discografía esencial: “Astral Weeks”, “Veedon Fleece”, “No Guru  no Method  no Teacher, ”. Influido por: Lonnie Donegan, Ray Charles, James Brown. Influye en: Quique González, Andrés Suárez, Lobison.

Neon Lights: sonido robusto

-“Late”, un buen debut.

No es frecuente entre los músicos españoles detenerse en cuidar el sonido de un disco. Ni en estructurarlo con cuidado. ¿Para qué si luego se descargan canciones por separado, desgajándolas de un todo?. Una de las pocas excepciones es la banda Neon Lights que han cuidado sonido, arreglos y estructura en su disco “Late”.

En una línea similar a la de grupos sólidos como Crash Test Dummies, American Music Club o Mark Lanegan de Screaming Trees se decantan por un rock cálido, de “crooner” de garito y cercano al gótico de The Cure o Essence. Escudándose en una voz grave y sugerente y un sonido robusto que sabe estimular sentimientos de alto voltaje.

Gran parte de este sonido compactado radica en la profesional producción del álbum. Se debe al propio grupo y a José Marsilla,  un músico con gusto a la hora de controlar texturas o de apuntalar guitarras. Que cunda el ejemplo.

Sello: Green Ufos. Precio: 16. Influidos por The Church, Décima Víctima, Cure.