No fue ningún directivo del grupo asegurador suizo Helvetia, sino el arquitecto que ha dirigido la impresionante renovación de la sede en Madrid, Federico Sotomayor, quien habló de que se trata de “un edificio en crecimiento”. Porque comenzó en 1920 con dos plantas y un sótano, luego pasó a tener cinco dos décadas después y llegó a las ocho, ya como sede de Seguros Cervantes, que fue adquirida por Helvetia en 1986. Pero todos los asistentes al acto de inauguración de la sede del grupo suizo en Madrid captaron el mensaje: Helvetia está dispuesta a nuevas adquisiciones después de realizar la digestión de la absorción de Nationale Suisse . “Un paso muy importante para Helvetia”, como lo define su director general para España, José María Paagman.

Helvetia no tiene prisa. La reforma integral del vetusto edificio del número 8 del Paseo de Recoletos tardó dos años. La integración de Nationale Suisse llevará al menos todo lo que queda de ejercicio. En la sede ya se reserva una planta para la expansión, y se pondrá en arrendamiento otras dos.
De momento, Helvetia refuerza su presencia en la Comunidad de Madrid y en la zona Centro, que era precisamente una de las prioridades del plan estratégico 2015.
El director general de Helvetia, José María Paagman, resalta en el acto que “desde hace 83 años, cientos de empleados y de mediadores trabajaron entre estos muros, dando lo mejor de sí mismos y atendiendo a miles de clientes, para engrandecer a una compañía que en 1986 pasó a integrarse en el Grupo Helvetia, iniciando una etapa de crecimiento, de prosperidad y de un futuro cada vez mejor, que hoy seguimos disfrutando.”
Paagman subraya que “Helvetia ha realizado un gran esfuerzo económico para renovar a fondo su sede de Madrid, para mantener una ubicación inmejorable, en pleno centro neurálgico de Madrid, para facilitar los traslados diarios de sus empleados y de sus mediadores, así como el acceso de sus clientes”. También, para “consolidar, como sede en la capital de España, una localización emblemática, que refuerce la excelente imagen que tiene el público de nuestra marca, como sinónimo de solvencia y de calidad.
Sin olvidar que se busca “una inversión que, también en términos financieros, sea rentable para la empresa”.
De nuevo mensaje comprador: “En este edificio se unen la rica tradición y el más actualizado presente, sus años de historia pasada y los muchos que le quedan por vivir. En definitiva, aquí hay buenos cimientos para una empresa de altura, como es, cada vez más, Helvetia en España”. En broma, reclama a empleados y mediadores “captar muchas más primas, porque si no ¿cómo vamos a pagar esto?”.

Transparencia y sostenibilidad

La nueva sede madrileña de Helvetia se caracteriza por la arquitectura abierta, la luminosidad y la transparencia, que ayudan a crear un agradable clima de trabajo. Pero “de acuerdo con la política de Responsabilidad Corporativa de Helvetia, los materiales y los sistemas elegidos en su renovación garantizan las mejores condiciones de higiene, salud y protección del medioambiente para trabajadores y usuarios del edificio”, explica en la entidad.
Los sistemas de luminosidad y de aire acondicionado aseguran una óptima eficiencia energética, y destaca también el aislamiento acústico de todo el edificio. Pero sobresale por encima de todo el jardín vertical de más de 6.000 plantas, “el muro verde” o “el pulmón interior”, del patio central del edificio.