Podría decirse que el súper muscle-car que acaba de desvelar la firma norteamericana Dodge, el coupé de tres volúmenes Challenger SRT Hellcat, ofrece «más» de todo, y además de serie.

De momento su mecánica, posicionada bajo el vano motor delantero, es de gasolina. Se trata de un gigantesco 6.2 V8 HEMI (con desconexión parcial de cilindros cuando circula con cierta inercia, sin acelerar) sobrealimentado que libera nada menos que 707 CV junto a 808 Nm de par límite.

Dodge vende el coche con dos llaves: una negra, codificada para arrancar «solo» con 500 CV; y otra roja que permite disfrutar de toda la potencia que el Challenger SRT Hellcat es capaz de erogar.

Estricto tracción trasera, o propulsión, su abultada potencia (la mayor en un muscle-car de serie hasta el momento) permite «quemar rueda» y soltar todo el humo del mundo.

Para gobernar su tremendo torrente energético, asocia una caja de cambios automática y secuencial TorqueFlite de 8 marchas. A todo ello, el Challenger SRT Hellcat exhibe un diseño interior decorado conforme al diseño del Challenger de 1971, un toque de lo más vintage.