CatalunyaBanc, por fin, vuelve a manos privadas. Como adelantó diarioabierto.es, la venta se aceleró tras la adjudicación de la cartera de hipotecas a Blackstone. Tras dos fracasos, la entidad nacionalizada pasa a manos del BBVA, que ya adquirió al Frob Unnim por un euro y con esquema de protección de activos (EPA) en marzo de 2012. Ahora, multiplica por dos su cuota de mercado en Cataluña, aunque a costa de pagar 1.187 millones.

Con la venta de CatalunyaBanc, todos contentos. El BBVA, porque se convierte “en el jugador más importante del sector en España”, arrebatando ese puesto a CaixaBanc, que también hizo una oferta vinculante por la entidad nacionalizada. Además, “la compra contribuirá de forma positiva a las cuentas del grupo en 2016”.
El BBVA transmite un mensaje sobre “la enorme confianza que tenemos en el proceso de recuperación económica en que estamos inmersos», como destaca su presidente, Francisco González. Se hace con una entidad ya saneada, con 1,5 millones de clientes (crece el 18%), 63.000 millones de euros en activos (25.000 millones en depósitos, lo que supone crecer el 23%; 28.000 millones en créditos, que para el grupo en España se traduce en un incremento del 14%) y 773 sucursales, sin necesidad alguna de ampliación de capital y sin apenas deterioro de sus ratios de solvencia (el impacto será de 55 puntos básicos en una tasa del 10,8%. La ratio de capital de BBVA, que se situaba en el 10,8% en marzo, se verá aminorada en unos 55 puntos básicos como consecuencia de la transacción.
Catalunya Banc cuenta con un patrimonio neto de 2.500 millones de euros y el valor actual neto estimado de las sinergias supera los 1.200 millones de euros. El precio pagado por el BBVA está por debajo de los 2.630 millones de patrimonio neto de Catalunya Banc. Sin menospreciar los 3.550 millones que tiene Catalunya Banc tiene en créditos fiscales.
El precio acordado de venta se reducirá en 267 millones de euros si, antes de la fecha de cierre definitivo de la operación, el Frob y Catalunya Banc no han obtenido confirmación de las autoridades fiscales de la aplicación del régimen previsto para los activos por impuesto diferido a determinadas pérdidas registradas en las cuentas anuales consolidadas de la entidad nacionalizada en 2013 que tienen su origen en la transmisión de activos a la Sareb.

Ajuste traumático

La adjudicación de CatalunyaBanc a BBVA apea a CaixaBank de la posición de primera entidad financiera del mercado español. Y supone la consolidación de un gran competidor en Cataluña, tras haberse quedado Banca Catalana en el baúl de los sueños rotos precisamente por la fusión entre BBV y Argentaria. Pero CaixaBank sigue líder indiscutible en su mercado de origen, con una cuota del 32,9%, frente al 23% del BBVA. Y se ahorra un ajuste excesivamente traumático y posiblemente muy conflictivo socialmente por la duplicidad de sucursales con CatalunyaBanc, además de permitirle centrar los esfuerzos en el nuevo plan estratégico, y en la expansión internacional.
El Santander nuevamente se ‘escaquea’ de la compra de entidades problemáticas en España, aunque cumplió con el expediente haciendo una oferta vinculante pero no agresiva (en la misma línea que Caixabank). Tras hacer la digestión interna de Banesto y de Banif y de avanzar en el modelo global (Advance, Passport, entre otros), el Santander puede volcarse en oportunidades como el Banco Espírito Santo, dando un salto de gigante en Portugal, o en otras operaciones internacionales y más rentables.
El Frob también está contento, pero menos. Logra al tercer intento vender CatalunyaBanc, y sin EPA ni más desembolsos, con entrada de dinero (unos 800 millones, porque tenía el 66% de la entidad), aunque se quedan en el camino más de 11.800 millones de ayudas públicas. Desaparece definitivamente el fantasma de la liquidación, mucho más costosa para las arcas públicas. El Frob tendrá que sacar partido a las ventas parciales de participaciones en Bankia para tratar de recomponer el saldo negativo para el contribuyente del saneamiento del sector financiero.

Malestar en la Generalitat

La Generalitat pierde una entidad financiera catalana y lo hace en beneficio del banco más ‘españolista’, el BBVA, que ya absorbió Banca Catalana y luego Unnim . Todo ello en pleno desafío soberanista y en vísperas del encuentro entre Mas y Rajoy. Quizás por ello, el ‘molt honorable’ , Artur Mas, pone el acento en el «posible hándicap» que supone que el negocio bancario se haya quedado en «tan pocas manos» en Cataluña.
Mas reconoce que el saneamiento del sector financiero en España «se tenía que hacer» y que se ha resuelto «seguramente en una línea razonablemente correcta». Pero «si queda en tan pocas manos, desde punto de vista de los clientes es un posible hándicap que tendremos que analizar».