Audi introducirá antes de final de año nuevos muelles de suspensión ligeros, fabricados con polímeros reforzados con fibra de vidrio (GFRP), en sus gamas de modelos de tamaño medio-alto.

Los muelles GFRP que ha desarrollado Audi junto a un proveedor italiano parecen incluso diferentes de los clásicos de acero: son verde suave, la espiral de fibra es más gruesa que el alambre de acero y tienen un diámetro global ligeramente superior, y el muelle en su conjunto menor número de espirales. Pero sobre todo son un 40% más ligeros. Y es que si un muelle de acero para un modelo de tamaño medio-alto pesa alrededor de 2,7 kg, uno de GFRP con las mismas propiedades se queda en 1,6.

Así, el conjunto compuesto por los cuatro muelles de GFRP reduce el peso total en 4,4 kg, la mitad del cual corresponde a masas no suspendidas. Esto permite una conducción más precisa al tiempo que gana confort reduciendo vibraciones.

El núcleo de los muelles se compone de fibras de vidrio largas trenzadas entre sí e impregnadas con una resina epoxy. Una máquina envuelve las fibras adicionales alrededor de este núcleo (que sólo tiene unos pocos milímetros de diámetro), en ángulos alternos de más 45 y menos 45 grados respecto al eje longitudinal. Las fibras de tensión y compresión se apoyan mutuamente para absorber de forma óptima el estrés al que se ven sometidos los componentes. En la última etapa de la producción, la pieza en bruto se forma en un horno a temperaturas superiores a 100 grados Celsius.

Los muelles GFRP se pueden ajustar de forma precisa a distintos requerimientos, pues el material muestra propiedades extraordinarias: no corroe, incluso tras ser golpeado por pequeñas piedras, y es impermeable a productos químicos como limpiadores de llantas. De paso, su producción requiere menos energía que la de los muelles de acero.