La banca española ‘suspende’ en las redes sociales

28/09/2014

Miguel Ángel Valero. El Instituto de Estudios Bursátiles considera que la transformación digital es uno de los desafíos del sector financiero tras la reestructuración.

“El sector financiero español está en una situación sensiblemente mejor que hace 12 meses. Sólo hay que observar sus cotizaciones”, señala un análisis del Instituto de Estudios Bursátiles (IEB). No obstante, “ahora que el proceso de reestructuración de la banca española está llegando a completarse, todavía existen algunos desafíos internos y externos a los que el sector financiero tendrá que enfrentarse en los próximos meses”.

Entre ellos, los expertos del IEB destacan la banca móvil, la ‘tablet banking’ y la operativa a través de las redes sociales. “Muchas compañías, sobre todo las de servicios de pagos, están aprovechando la situación pues presentan ventajas en cuanto a la movilidad, el geomárketing y el tiempo real”, señala el análisis. “España es el país europeo con mayor penetración de los smartphone de toda Europa, por lo que resulta fundamental que las entidades españolas se adecúen a las nuevas exigencias de sus clientes”, insiste.

Pero “la banca española no saca buena nota aún en redes sociales”. El sector debe apostar por estos nuevos canales de comunicación y de venta. “Las posibilidades son múltiples y muchas aún desconocidas: ‘análisis sentimental’ de opiniones de la compañía, necesidades de clientes, conocimiento cualitativo de los mismos, aunque siempre manteniendo altos estándares de confidencialidad”, subraya el informe.

Otro de los retos de la banca española es resolver la mala imagen del sector. “Si algo ha cambiado con esta crisis es la imagen percibida por el sector. No sólo están tocados en términos de solvencia y viabilidad, sino también en términos de imagen y confianza en el sector”, consideran los expertos del IEB.

“Y es que debido a muchas negligencias, la imagen de los banqueros, sus directivos y sus trabajadores no atraviesan uno de los mejores momentos de su historia. Queda por tanto, mejorar la transparencia y el comportamiento ético del sector”, destaca el análisis.

Por otro lado, la sociedad también está cambiando y cada vez demanda diferentes necesidades: productos más especializados, servicios en tiempo real y desde cualquier lugar, con ofertas ad hoc y siempre con una gran experiencia de usuario. La banca española debe dar una respuesta adecuada a esos cambios sociales.

 Cómo hacer frente a los nuevos competidores

La ‘banca en la sombra’, la ‘Shadow Banking’ es un mercado no regulado pero en pleno crecimiento. Existen 160.000 millones de euros disponibles para financiación fuera de los canales puramente bancarios, según cálculos de IEB y Axesor recogidos por diarioabierto.es. “En España están aún poco desarrollados, pero en otros países como EEUU, estos activos corresponden a 71 billones de dólares, que representarían el 24% de los activos financieros”, señalan los analistas del Instituto de Estudios Bursátiles.

Pero además del ‘shadow banking’, que muchos consideran el gran culpable de la crisis financiera internacional, la banca tiene que asumir que las grandes compañías tecnológicas están entrando en el sector de los servicios de pago y en los préstamos. Una de las más activas está siendo Google. Además de tener Google Wallet para hacer pagos con el móvil, ya permite enviar dinero y realizar préstamos a aquellas pymes americanas e inglesas que compren su publicidad.

Google y Facebook hacen temblar a la banca, como publicó diarioabierto.es. Pero también vienen Amazon, Paypal, Apple, y otros nuevos jugadores en el sector financiero.

“Posiblemente uno de los retos más importantes de todo el sector sea la trasformación de la banca actual a la nueva banca digital”, subraya el análisis del IEB. “Independientemente del tamaño de la entidad o del mercado en que se sitúe, deberán ir integrando diferentes innovaciones disruptivas basadas en la tecnología para cambiar la forma de hacer banca”, argumentan sus expertos.

“Todo parece indicar que se caminará hacia un modelo más orientado a los servicios financieros en tiempo real frente a la banca pura tradicional”, enfatiza el informe.

Morosidad y Basilea III

Otras preocupaciones de la banca española son la morosidad y la regulación. Sobre el porcentaje de créditos morosos, los expertos del IEB consideran que “hasta que no baje de las dos cifras, no serán buenas noticias por el importante volumen de provisiones que tienen que mantener los bancos, repercutiendo en el apetito para autorizar nuevos préstamos a particulares y empresas”.

Respecto a la regulación, Basilea III “sigue siendo uno de los caballos de batalla del sector financiero, ya que cuanto más capital se le exige a la banca, más se estrangula el crédito y dificulta su apalancamiento propio de la actividad bancaria”. Y a esto hay que añadirle “la mayor rentabilidad que los inversores piden a un sector que está todavía herido”.

Por otro lado, están la Unión bancaria y todo lo relacionado con el nuevo Mecanismo Único de resolución de entidades en dificultades. La intervención del portugués Banco Espírito Santo, que ha derivado en la agrupación de los activos ‘sanos’ en Novo Banco y en la separación de los ‘tóxicos’ para su liquidación, va a ser una prueba de fuego para el nuevo esquema de supervisión y resolución en la Unión Europea.

Los exámenes a la banca europea antes de que el BCE asuma la supervisión de las mayores entidades financieras de la Eurozona “podrían dar algún susto”, aunque el IEB considera que “parece que las entidades españolas llegan bien preparadas”.

 Deberes hechos

En concentración y en racionalización de la capacidad instalada, el IEB considera que la banca española ha hecho los deberes. “España ha sido uno de los países que más ha reducido el número de entidades, sucursales y empleos en el sector financiero. En el año 2008, teníamos más de 52 entidades financieras, que hoy son apenas 10 grupos bancarios”, subraya.

“En cuanto a las sucursales, hemos hecho los deberes más rápido que nuestros compañeros europeos, ya que hemos cerrado más de 12.300 oficinas desde que comenzó la crisis, alejándonos del máximo de 46.000 alcanzado en 2008 (una oficina por cada 1.000 habitantes)”, insiste el análisis del IEB.

En 2010, España era el cuarto país con más oficinas del mundo, sólo superado por China (120.000), EEUU (100.000) e India (70.000)”, destacan sus expertos. Con la crisis, “una de cada tres sucursales cerradas en la zona euro ha sido española”. Desde el año 2009, se han cerrado de media en España casi 2.500 oficinas al año, “el equivalente a toda la red de sucursales del Banco Popular o del Banco Sabadell”.

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