Ejemplo de empresa española que ha triunfado en el terreno de la tecnología, BQ pelea contra los grandes del sector con diseños 100 % españoles y no le va nada mal. En los últimos seis meses ha vendido medio millón de teléfonos. Una empresa dirigida por ingenieros y no financieros, que ha sabido evolucionar de los libros electrónicos a los smartphones y las tabletas. Dispositivos de calidad con precios accesibles. Y en esa línea siguen.

Su último modelo de teléfono inteligente, Aquaris E5 4G, cuenta con alguna característica de gama alta, como su cámara de 13 megapíxeles con autofocus, flash led, apertura de foco 1,8 y con capacidad para grabar vídeo en Full HD (1080p). La frontal, también atractiva: 5 megapíxeles (fenomenal para selfies) y apertura de foco de 2,2. Con una pantalla de 5 pulgadas Full HD con una resolución de 1920 x 1200, la mayor novedad, según dijo hoy BQ en la presentación en Madrid, es su sistema de Quantum Color +. ¿En qué se nota? Una mayor nitidez, colores muy vivos y mucho más brillo. BQ sigue apostando por los dual SIM, es decir, con espacio para dos tarjetas SIM, y así disfrutar de dos líneas distintas en un solo terminal. Algo muy útil para quienes utilizan un teléfono de empresa y otro personal. También muy práctico: la luz LED que te indica cuándo te ha llegado un nuevo mensaje o notificación.

En cuanto a características técnicas, procesador Qualcomm de cuatro núcleos a 1,2 GHz, 1 Gb de RAM, 16 Gb de memoria interna (ampliables hasta 32 Gb más con tarjetas microSD), batería de 2.850 mAh (con una autonomía de hasta 11 horas en navegación). En diseño no ha variado con respecto la familia Aquaris, con ligeros retoques. Es muy fino, 8,7 milímetros, y solo pesa 139 gramos. Su precio, 219,99 euros. Sale a la venta el 28 de noviembre, en blanco o negro. 

¿Por qué ese precio económico? Eso le preguntó a los responsables de BQ el director de cine Alex de la Iglesia en la presentación hoy en el cine Callao. «La clave está en el margen de beneficio. Los márgenes brutos de Apple son del 40 %«. Una firma, la de la manzana, a la que es fiel el cineasta bilbaíno con su iPhone, iPad y MacBook Air, aunque también tiene un PC y está considerando pasarse a Android, vistos los smartphones de BQ. Asiduo de Instagram y Twitter (esta última le ha dado la oportunidad de conocer a gente maravillosa), le encantan los videojuegos. Tanto que tiene guardadas las consolas porque «cuando se estrenó Lara Croft, me pasé 48 horas jugando (también fue muy intenso el juego con el polémico GTA San Andreas). De la Iglesia ha dirigido el anuncio para la televisión de BQ. Un spot con sabor a película (americana), que resalta el talento español. «En el cine siempre se cuentan mentiras, pero esta vez es verdad», ha dicho el director. 

BQ también ha lanzado una nueva tableta, Aquaris E10, de 10,1 pulgadas, diseñada completamente por ingenieros españoles. Destacan sus cámaras, de 8  y 5 megapíxeles. Viene con LED para indicar notificaciones, Dolby Surround, 2 Gb de RAM, 16 Gb de memoria interna (ampliables con tarjeta de memoria microSD hasta 32 Gb más) y procesador MediaTek True8Core a 1,7 GHz. Su batería (8.680 mAh) ofrece una autonomía de hasta 11 horas en reproducción de vídeo. Se venderá, en diciembre, en un modelo con wifi (259,90 euros) y otro con 3G (299,90 euros).

En su afán de proporcionar herramientas para que los españoles creen su propia tecnología, BQ acaba de estrenar la web DIWO (Do IT With Others), con recursos y materiales para profesores, todo libre y gratuito. También un software para que los más pequeños aprendan a programar. Se llama bitbloq y está basado en el conocido lenguaje para diseñar videojuegos Scratch, desarrollado por el MIT. Entras en la web, te registras de forma gratuita y, como si fuera un puzle, empiezas a unir bloques y los niños (a partir de 8 años) programan cualquier cosa que integre electrónica.