A Comisiones Obreras (CCOO) no le gusta el cheque formación. Esta medida, incluida en la reforma de los cursos destinados a parados y ocupados, pretende dotar a cada trabajador de uno de estos cheques, de modo que sean ellos quienes decidan donde cursar estudios. Los gastos se pagarán con lo recaudado por la cuota que pagan empresas y trabajadores. Un sistema que, según CCOO, acentúa el riesgo de fraude y la brecha de desigualdad que separa a las personas en función de su nivel de estudios.

El sindicato pide al Gobierno que retire el cheque formación del conjunto de medidas incluidas en el proyecto de ley que el Congreso aceptó tramitar por la vía de urgencia hace unos días. Sin embargo, la norma ha entrado ya en vigor después de que la Cámara Baja diera su visto bueno al real decreto ley, con la abstención de PSOE y la Izquierda Plural, y el voto favorable del Grupo Popular, hace dos semanas, y a su tramitación como proyecto de ley.

La reforma de la formación prevé someter a la libre competencia la impartición del 100% de los cursos. Además del cheque formación, otras novedades de la reforma con la creación de una cuenta de formación por trabajador, y el aumento de los controles para combatir el fraude, después de los escándalos detectados.

El Gobierno considera que la formación es uno de los factores claves para mejorar la empleabilidad de los trabajadores. Y quiere impulsar un cambio radical en un ámbito que mueve 1.800 millones de euros al año, y que antes era coto de patronales y sindicatos.

CCOO: “No es un mecanismo óptimo”

Sin embargo, el sindicato considera que el proyecto “profundiza en la privatización” del sistema de formación para el empleo, y reclama al Ejecutivo que aproveche el trámite parlamentario para retirar el cheque formación, al menos en su versión actual.

“Las experiencias internacionales demuestran que el cheque formación favorece a las personas con elevados niveles educativos, a las grandes empresas y a las personas menores de 45 años”, afirma Javier López, responsable de formación del sindicato.

López recuerda que “precisamente” el problema español es la desigualdad, así como el alto porcentaje de personas con baja cualificación.

El sindicato niega además que el cheque formación vaya a suponer una mayor calidad en los contenidos de los cursos de formación, uno de los argumentos esgrimidos por Empleo. “Las personas no disponemos de información suficiente”, sobre todo cuando “nos encontramos en el desempleo”, a la hora de “elegir la formación que necesitamos”. “El cheque formación no es un mecanismo óptimo para asegurar recursos”, sentencia.

Fraude de los proveedores

Además, el sindicato, que ha resultado salpicado por varios escándalos relativos a la gestión de los cursos de formación, alerta de un posible aumento del fraude, asociado a la implantación del cheque formación.

“El cheque formación presenta altas probabilidades de fraude”, afirma Francisco Moreno, de CCOO. En su razonamiento enarbola un informe de evaluación elaborado, tras la implantación del cheque, en Reino Unido. Este documento de la National Adult Office afirma que se ha detectado un fraude de 95 millones de euros, en año y medio, y que se minusvaloró el riesgo de que los proveedores cometieran fraude. “Este riesgo en España es evidente”, concluye el sindicato.

Finalmente CCOO se queja de el Gobierno no les ha consultado, a pesar de que así lo establece la reforma laboral que incluía la reforma de la formación.