La Asociación Profesional de Inspectores de Seguros del Estado (Apise), polémica por sus reivindicaciones sobre la escasez de medios para la supervisión de las entidades aseguradoras, organizó una jornada sobre Solvencia II, “De la teoría a la práctica”. Lo curioso es que la institución que preside Ana García Barona celebre el acto en la sede de la institución que es objeto de sus críticas (dirigidas en realidad al Ministerio de Economía), la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones.

Flavia Rodríguez-Ponga, directora general de Seguros, aprovecha la oportunidad para dejar claro que al supervisor/regulador le preocupa, y mucho, Solvencia II, pero también la nueva normativa sobre mediación y las inversiones de las aseguradoras, especialmente en estos tiempos de bajos tipos de interés.

Sobre Solvencia II, recuerda que, además de la Directiva y de su trasposición a la normativa española (la Ley de Ordenación y Supervisión, actualmente en tramitación parlamentaria en el Senado), existen reglamentos comunitarios que “ya han entrado en vigor, porque son de implantación directa” y que son tan importantes, o más, que las normas anteriores.

María Nuche, subdirectora general de Solvencia de la Dirección General de Seguros, sorprendió al mezclar con estas cuestiones tan prosaicas los versos de Antonio Machado, “caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Todo un mensaje al sector, que debe hacer su propio camino de adaptación a Solvencia II en medio de una “frenética actividad normativa” de la Comisión Europea, Eiopa (el supervisor europeo de seguros y fondos de pensiones), entre otros.

Fernando Moreno, subdirector general de Inspección de la Dirección General de Seguros, anunció que el reglamento de Solvencia II estará listo el 28 de mayo. Éste endurecerá los requisitos sobre honorabilidad y experiencia para acceder a los órganos de de gobierno de las aseguradoras, que además tendrán que demostrar que cuentan con un “eficaz” sistema de gobierno corporativo.

También habrá un régimen especial de solvencia, al que podrán acceder, previa petición a la Dirección General de Seguros, las entidades con menos de 5 millones de euros en primas y/o 25 millones en provisiones. Las aseguradoras que sufran descensos de primas a estos niveles podrán pasar del régimen general al especial. Pero a éste no podrán acceder las entidades de nueva creación.

Moreno considera clave las garantías financieras de los compromisos de las aseguradoras con sus clientes. Y destaca que la vigilancia sobre la correcta venta de seguros se realizará mediante inspectores anónimos, “no tienen necesidad ni obligación de identificarse”, que se harán pasar por clientes. «Ya no avisaremos a las entidades de que vamos para allá», enfatiza.

En la mesa redonda de la jornada, Antonio Romero, director general de Santalucía, afirma que «toda la información interna que se genera por obligación de la nueva Directiva es una magnífica herramienta para que los CEO y directores generales conozcamos de verdad la realidad de nuestras empresas”. El CEO de Zurich España, Julián López Zaballos, considera que «lo más importante de la norma es que con Solvencia I el negocio y la solvencia estaban completamente separados, y ahora debemos tener una visión integrada de ambos, lo que es un verdadero cambio cultural en la organización; que implica analizar la rentabilidad de los productos en función de su consumo de capital; cambiar la gestión de siniestros, y trasladar estos cambios a la distribución, es decir, explicarles que hay productos que nos interesa comercializar y otros que no”.