La patronal CEOE volverá a plantear la desaparición del IPC como referencia en las cláusulas de revisión salarial a partir de 2017, cuando se plantee la renovación del Acuerdo para el Empleo y la Formación (AENC) firmado el pasado lunes. El responsable de relaciones laborales de la patronal, Jordi García Viña, admitió hoy que la patronal se vio obligada a negociar este acuerdo en función de las condiciones económicas actuales, caracterizadas por una inflación negativa y por un crecimiento “exponencial” del producto interior bruto (PIB).

Una vez expire el actual acuerdo, a finales de 2017, la patronal retomará su exigencia de desligar los salarios de la inflación. Sin embargo, en las condiciones actuales, con un crecimiento del PIB cercano al 3%, y con la inflación en territorio negativo desde hace meses, el redactor del último pacto entre patronal y sindicatos expresó su confianza en que esas cláusulas –que prometen la recuperación del poder adquisitivo si la inflación supera el 2,5% entre 2015 y 2016 – “difícilmente se van a poder activar”, y en “ningún caso con retroactividad”, según afirmó en unas jornadas organizadas este martes por la Confederación Empresarial Española del Vidrio y la Cerámica (Confevicex).

García Viña confesó que la redacción de las cláusulas de revisión salarial incluidas en el último AENC es de “difícil interpretación”. Por este motivo, agregó, la patronal prepara una circular sobre negociación colectiva con las recomendaciones de la patronal en torno al pacto. En este sentido, García Viña subrayó que el pacto es “una recomendación” a los negociadores de convenios colectivos, en línea con la posición expresada por la patronal, y en contra de la interpretación expresada por los sindicatos, que han recalcado el carácter “obligacional” del acuerdo.

En esta negociación, CEOE optó por volver a utilizar el IPC como índice de referencia para la activación de las cláusula de revisión salarial, a pesar de los esfuerzos de la organización por deshacerse de ese indicador en pasadas ediciones del pacto.

En cuanto a la subida salarial pactada – un 1% este año – explicó que la subida media en los convenios ya firmados en 2015 se sitúa en el 0,72%, muy cerca de esa referencia. “Tampoco nos pareció tan descabellado”, concluyó.

Contrato para jóvenes

Durante la mesa redonda, García Viña ha respondido también a algunas cuestiones relacionadas con otros asuntos de índole laboral, como la contratación. El jefe de relaciones laborales de la patronal ha abogado por un contrato para jóvenes “más barato”, vinculado a la formación o no, que mantenga en el mismo nivel la indemnización por rescisión de contrato, y evite la doble escala salarial.

García Viña ha apostado por que los jóvenes cobren salarios inferiores a los que marcan los convenios colectivos, y ha defendido la validez jurídica de un contrato que serviría de forma “coyuntural” para luchar contra el paro, el principal problema del país. “Es justo cobrar un salario inferior cuando los conocimientos son inferiores”, ha dicho.

En otro caso, ha advertido, y con un ritmo normal de creación de empleo, se tardaría “entre 20 y 25 años” en resolver el problema del desempleo, ha advertido.

Sin embargo, en opinión del jefe de relaciones laborales de CEOE, el Gobierno “no está por la labor” de crear este nuevo contrato. Por último ha añadido que la última propuesta del Fondo Monetario Internacional (FMI) en materia de contratación, caminan “en esa línea”.

Sentencias “ideológicas”

Por otra parte, el responsable de relaciones laborales de CEOE ha enjuiciado la labor de algunos jueces, y en particular la sentencia sobre la ultraactividad de los convenios del Tribunal Supremo del mes de diciembre pasado. En esta sentencia, los magistrados consideran que las condiciones laborales pactadas en un convenio colectivo prevalecen incluso más allá de la fecha de ‘caducidad’ del acuerdo. Una sentencia del Supremo que tira por tierra la pretensión de la reforma laboral de dar la puntilla a los convenios, y pasar, una vez cumplido un año de su denuncia, a regirse por un convenio de orden superior, o por el Estatuto de los Trabajadores, lo que devalúa generalmente salarios y condiciones laborales.

En este punto García Viña ha considerado hoy los jueces están tirando atrás “por cuestiones ideológicas” algunos aspectos de los que se negocian en los convenios. Sin embargo, ha admitido que en otras ocasiones, los empresarios “han ayudado” a los jueces a tumbar estos convenios colectivos debido a la deficiente redacción de algunos de los acuerdos.

En este sentido ha recomendado extremar la cautela en algunos asuntos como las bolsas de horas, que otorga al empresario la capacidad de disponer de más horas de trabajo según su conveniencia, y cuya redacción debe respetar escrupulosamente la normativa laboral relativa a la jornada.

En otro orden de cosas, García Viña ha instado a los empresarios a ser “más osados” y “proactivos” a la hora de negociar un convenio colectivo. En lugar de limitarse a negar las propuestas de los trabajadores, el líder patronal ha aconsejado a los empresarios que hagan propuestas a fin de que la negociación colectiva aborde un abanico de asuntos mayor que hasta la fecha, y abandonar así un modelo de negociación colectiva “acumulativa”.

Efectos de la reforma laboral

El jefe de relaciones laborales de CEOE ha estado acompañado en la mesa redonda por diversos representantes del sector del vidrio y la cerámica, que han expresado sus opiniones y puntos de vista sobre la situación de sus empresas y sectores, especialmente tras la aprobación de la reforma laboral de 2012.

En primer lugar, Héctor Fernández, jefe de recursos humanos de Saint Gobain, ha admitido que su empresa se ha visto obligada a “correr” para cerrar la firma del nuevo convenio colectivo antes de que patronal y sindicatos cerraran el lunes el nuevo Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC). En su opinión, este acuerdo general “no recoge la realidad” de su empresa, cuyo nuevo convenio, firmado el 3 de junio, recoge una congelación salarial para 2015, y un avance del 0,5% en 2016.

Más flexibilidad interna

Para Saint Gobain, la reforma laboral tuvo un gran efecto sobre la negociación colectiva, y sirvió para que la empresa introdujera elementos nuevos en la negociación. “Si no, estaríamos siempre hablando de lo mismo”, ha dicho. Así la empresa logró implantar una bolsa de horas que les da más libertad para distribuir el trabajo en función de los encargos y una mayor polivalencia en las funciones que realizan los trabajadores.

Además, la reforma laboral permitió a Saint Gobain descolgarse del convenio a fin de no pagar la cláusula de revisión salarial pactada. “Costaba un millón de euros y no teníamos ese dinero”, confesó Hernández, tras relatar los pormenores de la inaplicación del convenio colectivo durante los años 2013 y 2014.

Bajadas de sueldo

Por su parte, el representante de Ascer, la patronal azulejera, Germán Belbís, explicó los efectos de la reforma laboral sobre este sector radicado mayormente en Castellón, cuyos asociados emplean a unas 17.000 personas en total – 26.000 antes de la crisis –.

Debido a los efectos de esta crisis, el sector se ha visto obligado a despedir a un 47% del personal, por lo que se ha acogido “masivamente” a la modificación sustancial de condiciones de trabajo, prevista en el artículo 41 de la reforma laboral, con el resultado de una bajada de salarios “notable” en la mayoría de empresas de este sector que cuenta con una implantación sindical “enorme”, ha dicho, y donde el carácter familiar de buena parte de las empresas ha ayudado a preservar la actividad.

En el sector azulejero, la mayoría de las empresas están sujetas a un convenio autonómico, que es en la práctica nacional, y solo cuatro compañías han optado por un convenio a nivel de empresa, una de las grandes apuestas de la reforma laboral. En la actualidad el sector se prepara para negociar un nuevo convenio colectivo, ya que el anterior expiró el pasado 31 de diciembre.

Amenaza del fin del convenio

En el caso de este sector de pavimentos, el representante de Ascer ha confesado que la reforma laboral supuso “un punto de apoyo muy importante” a la hora de negociar el convenio vencido el pasado diciembre. El elemento que sirvió de más ayuda a los empresarios del azulejo fue el coto puesto por la reforma laboral a la renovación indefinida de convenios, la llamada ultraactividad, que la reforma laboral tasó en un año. “Los sindicatos sintieron que se quedaban sin convenio”, ha explicado Belbís, en referencia a la previsión de la reforma laboral de aplicar el Estatuto de los Trabajadores a la finalización del plazo máximo de un año a los convenios, fijado por la nueva normativa.

En la actualidad, el sector azulejero se encuentra negociando su nuevo convenio colectivo. Una negociación que dura ya ocho meses y en la que están influyendo mucho los últimos pronunciamientos judiciales, confesó Belbís.

Tras las últimas decisiones de los jueces, y en particular de esa sentencia del Supremo que recupera en la práctica la prórroga automática indefinida, los sindicatos se han relajado pues “saben que no van a perder lo que tienen”, apuntó.