Con razón dice Stephen Hawking que uno de los peligros para la humanidad es la inteligencia artificial maligna, porque la benigna está muy avanzada como hemos comprobado hoy en la feria Global Robot Expo, que se celebra desde hoy y hasta el domingo, único día abierto al público, el Pabellón de Cristal de la Casa de Campo de Madrid. Por allí han deambulado algunos de los humanoides más avanzados, aunque ya conocidos, como Nao, que ha ayudado a presentar un informe sobre el futuro del trabajo en España de Adecco. Entre otros factores, el estudio analiza el impacto de las nuevas tecnologías en la forma de trabajar. ¿Cómo están modificando ya la rutina de las empresas?

La primera consecuencia: la colaboración a distancia por las tecnologías ubicuas que facilitan el trabajo en cualquier momento y lugar. Esto «favorecerá la deslocalización del trabajo y permitirá crear comunidades de aprendizaje colaborativo», señala el informe. Y no se refiere solo al teletrabajo, sino también a la posibilidad de que todos tus empleados trabajen en otra ciudad o país, sin conocerles físicamente.

Otro de los factores tecnológicos con más impacto será la disponibilidad de información en red, que plantea dos retos: «la desinformación que genera tanta información y la falta de seguridad, transparencia o privacidad en las propias compañías», destaca Adecco.

Las nuevas tecnologías incrementarán las capacidades humanas, por ejemplo, con exoesqueletos o las impresoras 3D con la creación de órganos o piel artificial, y la productividad. Esta propicia los horarios de 24 horas, hasta el punto de que en Francia han prohibido el uso del email fuera del horario laboral. «En España no va a quedar más remedio que regular esto, porque debemos procurar llevar una vida equilibrada y que todos los empleados puedan conciliar», ha subrayado Margarita Álvarez, directora de comunicación de Adecco.

¿Qué sectores van a generar más empleo? El que más, el sector tecnológico y de i+D+I, según el informe de Adecco, especialmente en biotecnología, e-commerce y las TIC. En concreto, hasta 2017 se necesitarán entre «5.000 y 50.000 programadores y desarrolladores; entre 60.000 y 70.000 empleos en marketing y comunicación (community manager y marketing para el mundo móvil); entre 15.000 y 45.000 puestos relacionados con el diseño visual y la creatividad digital; y entre 10.000 y 14.000 destinados a la estrategia y gestión de negocio», según las previsiones de AMETIC, recogidas en el informe de Adecco. Después del tecnológico, los sectores que van a requerir más trabajadores serán el turismo y el ocio y la salud y el bienestar.

Precisamente a cuidar la salud y el bienestar están enfocados muchos de los avances en robótica. En el estand de la embajada de Japón en la Global Robot Expo se encuentra el adorable Paro (también conocido como Nuka), con aspecto de foca de peluche, que está orientado a la terapia de personas mayores con deterioro cognitivo y actualmente se está probando con enfermos de alzhéimer en la Fundación Reina Sofía y en el Centro de Referencia Estatal de Atención a personas con alzhéimer en Salamanca. Del país nipón viene también un exoesqueleto para la parte del tronco (Lower Back Asissts II) que ayuda a levantar cosas pesadas sin lastimarse la espalda y las lumbares, por ejemplo, cajas o ancianos tumbados en la cama.

Unos metros más allá, se exhiben dos prototipos desarrollados por Aura, una spin off de la Universidad Politécnica de Madrid. Uno es un casco (Eyepad) cargado de sensores capaz de diagnosticar en 10 minutos enfermedades mentales y neurológicas (THD, párkinson, vértigo, alzhéimer…). El paciente mira a una pantalla donde se muestran algunos estímulos y el ingenio capta esos datos y los envía al médico. El otro es un exoesqueleto para el diagnóstico y la rehabilitación de dolencias de codo y hombro. Está conectado a un modelo virtual y cuando te lo pones, el fisioterapeuta sabe los parámetros de rehabilitación. Además, registra la fuerza realizada por el paciente, el grado de ayuda proporcionado y la amplitud de movimiento.

Los robots sociales y educativos también han invadido la feria. Aisoy1 es 100% español (de Elche)  y sirve para que los niños aprendan a programar y distintas (ciencias, matemáticas, etc.). Este pequeño autómata se está utilizando en varios colegios de la Comunidad Valenciana y Murcia en talleres de teatro (para obras con y sin personas). Y ha logrado un «milagro»: «Un niño autista de Estados Unidos llevaba cuatro años sin decir ni una palabra y gracias a él ha vuelto a hablar. Los padres descubrieron el robot este verano y lo compraron al margen de su terapeuta», explica José Manuel del Río, cofundador de AiSoy Robotics. En la feria también se encontraban otros robots educativos y divertidos como los simpáticos Dash & Dot, el perro Aibo de Sony, el bailarín Alpha, los programables Bolide o los de construir con piezas Jimu Robot.

Otra clara tendencia en el mundo de los robots humanoides son los que se dedican a tareas promocionales, los que te reciben cuando entras a una feria y actúan como un punto de información, te van guiando de forma amable (y con «chistes») y te invitan a teclear los datos personales para el departamento de marketing. A esa categoría pertenece Reeti, una especie de rana desarrollada por Casual Robots (del grupo MSL), que está especializada en el desarrollo de software para estas máquinas. «El robot Pepper es muy avanzado, está cargado de sensores, cámaras 3D, lee códigos QR, se mueve, saluda con sus manos y habla 16 idiomas (y te contesta). Está muy demandado como speaker en presentaciones», explica Víctor Velado, director de operaciones de MSL Media.

Numerosos estands están dedicados a los robots industriales para trabajos automatizados, esos que van destruir puestos de trabajo en la misma medida que los crearán, según el estudio de Adecco. En medio de tanta máquina inteligente, en la feria sorprende ver un coche: el SUV Volvo XC90, el primero que integra un sistema que detecta placas de hielo en la carretera y envía esta información a la nube para que la reciban otros usuarios de Volvo que dispongan de esa aplicación (próximamente en los S90 y V90) llamada Volvo Slipeery Road Alert.

La feria, cómo no, estaba invadida por los drones, tanto para un fin lúdico (los de Parrot), como para trabajar: construcción, emergencias, seguridad, agricultura, ganadería y medio ambiente, ingeniería, infraestructuras, topografía, arquitectura, construcción, deportes, eventos, publicidad… En todos estos ámbitos prestan servicios. Pero, eso sí, tienen que estar pilotados por expertos, por lo que en Global Robot Expo también puedes informarte de los cursos que imparten empresas como Madridrones y la Universidad Politécnica de Valencia. Este es un ejemplo de cómo las nuevas tecnologías generan nuevos empleos, aunque también los destruyan.