Hace casi un año que un grupo de chefs del Instituto de Educación Culinaria (ICE) en Estados Unidos publicó un libro de recetas de cocina ideadas junto con el sistema de computación cognitiva IBM Watson. Algo similar ha sucedido en España donde esta herramienta ha ayudado a diseñar un menú en colaboración con varios cocineros: albóndigas de alcachofas, caldereta de pulpo, vieiras y tocino ahumado al estilo thai, yakitori de panceta y un postre de chocolate y fresas. «Trabajamos como un compañero en la cocina. Esta es una herramienta para la creatividad», ha dicho Carlos Pascal, jefe de cocina y propietario de The Kitchen Club, lugar en el que se ha presentado hoy el sistema Chef Watson. Allí lo hemos podido degustar y damos fe de que estaba todo rico.
Lo mejor es que esta aplicación la puede utilizar cualquier persona, se encuentra en internet. La base de datos de 10.000 recetas (y 2.000 ingredientes) de la que se alimenta el ayudante de cocina Chef Watson proviene de la web Bon Appétit. Con todos esos datos, permite 16 billones de combinaciones diferentes, una cantidad con la que puedes inventar un sinfín de recetas, además con ingredientes que en principio no los mezclarías. Al Chef Watson le puedes decir varios alimentos que tienes en la nevera y te facilita recetas con ellos (y otros más). O eliges un tipo de comida (italiana, japonesa…), la clase de plato (bebida, principal, postre…) o el ingrediente principal y te devuelve combinaciones a partir de esos parámetros.
«Es un sistema inteligente que analiza la información y la interpreta, es decir, que no vincula los contenidos por palabras sino que entiende el concepto. Por ejemplo, sabe que un guiso siempre conlleva una cocción a fuego lento. Los humanos observamos con los sentidos y Watson con los algoritmos. Después, como nosotros, interpreta la información y la evalúa para que luego podamos tomar decisiones», ha explicado Elisa Martín, directora de Tecnología e Innovación de IBM.
¿Cómo funcionar Watson?
- Lee y entiende el lenguaje natural de las personas, con su riqueza de matices y giros lingüísticos.
- Es capaz de responder a preguntas complejas en pocos segundos a partir de su avanzada capacidad para analizar ingente cantidad de información.
- Ante una pregunta, formula hipótesis y escoge la respuesta en la que tiene un mayor nivel de confianza.
- Muestra los pasos que ha dado para llegar a esta respuesta de una forma clara y sencilla, es decir, presenta su razonamiento.
- Y, además, aprende de su experiencia, de cada interacción, así que cada vez es más inteligente.
Fuera del ámbito culinario, la tecnología cognitiva de IBM se está aplicando en banca, medio ambiente, educación, ocio, comercio, energía y el sector de la salud. En este último, lo han implantado la Clínica Mayo, MD Anderson, Memorial Sloan Kettering y el Instituto del Genoma de Nueva York para ayudar a los médicos a identificar nuevos tratamientos personalizados. En el financiero, ANZ Banking y CaixaBank (gracias a ello la herramienta habla español) para asistir a los agentes en el asesoramiento a los clientes. En medio ambiente, el sistema lleva varios años operando en el Project Green Horizon, iniciativa que analiza la calidad del aire en China para anticiparse hasta 72 horas en los picos de polución en un determinado lugar para así poder desviar el tráfico o avisar a los asmáticos. Repsol también lo ha implementado con el fin de obtener mejores resultados en las áreas de exploración y producción de hidrocarburos. Hasta ahora, IBM ha invertido en Watson más de 1.000 millones de dólares.
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