Con la crisis, aumenta la desigualdad entre empresas grandes y pymes

25/11/2016

diarioabierto.es. Según el Barómetro B4 del IESE, Informa D&B y Back To Basics Management.

Barómetro B4 (Business Barometer Back to Basics)

“Durante la crisis, al igual que ha ocurrido en la sociedad, han aumentado las desigualdades entre grandes empresas y pymes”, aseguraba Ricard Puigferrat, fundador de Back To Basics Management, durante la presentación el 24 de noviembre del Barómetro B4 (Business Barometer Back to Basics). La principal conclusión de este estudio, que analiza en el periodo de crisis 2007 y 2014 los estados financieros de 1,2 millones de empresas, excluida la banca y las compañías aseguradoras, es que las pymes españolas han perdido competitividad frente a las grandes empresas.

Este estudio, derivado de la confección y análisis de una memoria económica elaborada por Carmen Coll Capellán, y fundamentada en un cuadro de indicadores económico financieros (KPI financieros) diseñado por Puigferrat, ha sido dirigida por los profesores de IESE Eric Weber y Miguel Ángel Ariño, juntamente con el director de Informa D&B en Cataluña Pedro Tort-Martorell. El principal objetivo de la investigación ha sido identificar sectores con capacidad de tracción en el tejido empresarial. A partir del análisis de las tendencias en el periodo de estudio, el barómetro pretende identificar las medidas que han permitido a empresas o sectores recuperarse y/o salir fortalecidos de la crisis, y que podrían ser trasladables a otras empresas o sectores.

“El objetivo del estudio era poder extraer conclusiones relevantes para el comportamiento futuro de las empresas, siguiendo los comportamientos de los sectores que han salido fortalecidos de la crisis”, señala Puigferrat. En palabras de Tort-Martorell: “Las pymes (tradicional motor económico de España) están perdiendo su capacidad para competir con la gran empresa”.

El Barómetro B4 se basa e un modelo de análisis Big Data económico financiero de Back To Basics Management, extrapolable y escalable a nivel internacional. Este estudio –que compara datos agregados de facturación y de empleo procedentes de la base de datos SABI de Informa D&B- señala destacables consecuencias de la crisis económica entre los años 2007 y 2014:
♦ La facturación de las grandes empresas se mantiene y la de las pymes desciende un 32%. De hecho, las grandes consiguieron mitigar la caída de sus ventas copando parte del negocio de las pequeñas, el 10%.
♦ Descienden las ventas netas en un 16%, lo que representa una caída anual del 2%, una pérdida de facturación que ha afectado más a las pymes.
♦ El tamaño y la estructura son clave para responder y adaptarse con rapidez ante una crisis. Mientras las grandes son más elásticas a las fluctuaciones del mercado, las pymes se ven penalizadas por su propia falta de estructura y de medios cuando se más celeridad al tomar decisiones. Con todo, en el periodo analizado, las pymes han ganado tamaño, para así adaptarse mejor a las circunstancias económicas.
♦ Cuanto más pequeña es la dimensión de la empresa, más destrucción de empleo se produce. En el periodo analizado, el empleo medio se redujo un 21%, con una caída muy superior en las pymes (un 27%, que corresponde a 1,5 millones de personas) frente a las grandes empresas (un 8%, que corresponde a 200 mil personas).
♦ Aunque se produce una importante caída del empleo en todo el conjunto empresarial, no ocurre lo mismo en cuanto a la plantilla media, que aumenta en un 7% en las grandes empresas y cae un 27% en las pymes. Además, en éstas la facturación por empleado desciende un 8%, frente al aumento de un 10% en las empresas grandes.
♦ En retribuciones, se aprecia una reducción proporcional a las ventas, tanto en las pymes como en las grandes empresas. En todos los segmentos de estudio se ha producido un incremento de las retribuciones medias por empleado por debajo del IPC, con un promedio de crecimiento anual de un 1% para las pymes frente al 2% para las empresas grandes.  Sin embargo, la diferencia de retribuciones anuales entre empresas grandes y pequeñas, que se situaba en 10.000 euros anuales en el ejercicio 2007, se ha acrecentado otros 2.000 euros anuales en 2014.
♦ Entre 2007 y 2014 la productividad ha crecido un 7%, «debido a la bajada de los salarios y a los despidos. Donde antes para un trabajo había tres personas, ahora hay dos o una y media», puntualizaba Weber.
♦ El 72% del tejido empresarial, en cuanto a número de empresas, se concentra en cuatro CCAA, por orden descendente: Cataluña, Madrid, Comunidad Valenciana y País Vasco. Madrid y el País Vasco tienen una mayor concentración de empresas grandes respecto al resto. Se observa, además, una deslocalización de grandes empresas del resto de comunidades hacia Madrid.
♦ La caída del 16% de la facturación en el periodo 2007-2014 se reparte de forma muy distinta entre las CCAA: las líderes (Madrid y País Vasco), con un 4%, y las menos activas, con un 36%.  Asimismo entre las tractoras también se pueden establecer dos grupos; el primer grupo formado por Madrid y País Vasco cuyo descenso de facturación no pasa del 8%, y el segundo grupo – Cataluña, Comunidad Valenciana, Andalucía, Galicia, Asturias, Baleares y Cantabria- con caídas superiores a la media.
♦ De las comunidades tractoras, se observan diferencias destacables entre Madrid y País Vasco –con un 3% y 8% de caída de la facturación respectivamente- y el resto, con porcentajes de caída superiores al 16%, incluida Cataluña, con un descenso del 19% de la facturación.
♦ Si la caída del empleo a nivel nacional ha sido fuerte, de un 21% (alrededor del 3% anual), las comunidades menos activas sufren una reducción del empleo del 34%, muy superior a la media nacional, mientras que las tractoras tienen un descenso del 19%, por debajo de la media. Además, estas últimas acumulan más del 80% de la población empleada en todo el territorio nacional, un porcentaje que no solo no desciende, sino que va creciendo en cada período, hasta un aumento final de dos puntos porcentuales de 2007 a 2014.
♦ El único segmento en el que no cae el empleo es el sector primario, con un crecimiento del 2%, seguido de los servicios con una tímida caída del 1%, y a gran distancia el comercio y la industria con grandes caídas del 15% y 44%, respectivamente.
♦ El modelo industrial del país parece ya agotado, sin posibilidades de mayor crecimiento, por lo que resulta necesaria una redimensión del tejido industrial y apostar por otros sectores con mayor proyección y capacidad de crecimiento.

grande-y-pequeno

Foto: ‘Uno grande otro pequeño’, por Alejandro Cañizares, modificada (CC BY 2.0).

Sectores ‘locomotora’
El sector sanitario-asistencial y el sector primario (agricultura y ganadería) presentan crecimientos decididos, sobre todo en los últimos ejercicios del periodo analizado, y desde luego muy por encima de la media nacional, que decrece en un 16%. Entre los que menos crecen se encuentran sectores de fabricación y un sector primario extractivo, ligado también a la fabricación de cosas. Crecen las actividades centradas en el bienestar de las personas y decrecen las de producción bienes materiales, reflejo directo de los cambios culturales y sociales.

El sector turístico sigue una evolución muy parecida a la media nacional, aunque algunos puntos por encima, mientras que construcción y motor presentan caídas vertiginosas. El segmento del motor ha ido cayendo hasta una pérdida en el 2013 del 37% de la facturación obtenida en 2007. En el último ejercicio se ha recuperado un 5%, pero no hay datos suficientes para determinar si es únicamente de una recuperación coyuntural o se ha iniciado un cambio de tendencia.

Mucho más seria es la evolución del segmento de la construcción, con una caída imparable hasta alcanzar en el ejercicio 2014 una pérdida de facturación del 67% respecto al ejercicio 2007. El dato es “preocupante”, según los autores, porque este segmento, como motor histórico de la economía española, arrastra con su caída a otros sectores dependientes del mismo. Este sector ha dejado patente en el periodo de estudio su falta de resiliencia y la necesidad de una renovación profunda.

Un nuevo sector tractor que convendría impulsar es el turismo asistencial, que aglutina la potencialidad del sector turístico con un sector en alza, como es el sanitario-asistencial. Las condiciones de inestabilidad y riesgo de los principales competidores favorecen y “debieran animar al sector a dar este paso de calidad”, aseguran los autores.

Más información
♦ Descargar el Barómetro B4 (Business Barometer Back to Basics)

 

 

 

 

 

 

 

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