Tras cantar el «Resistiré» del Dúo Dinámico en la convención de empleados para reafirmar la voluntad de independencia del banco, la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, parece haber cambiado de gustos musicales y se ha pasado a «Las chicas son guerreras», de Coz. Desde luego, nadie en la primera línea ejecutiva de la banca había hablado tan alto y tan claro sobre las reclamaciones de clientes. Y eso que deja muy claro que Bankinter no tiene cláusulas suelo. «En estas cuestiones no hay que ponerse de perfil», argumenta.

María Dolores Dancausa alerta sobre «la proliferación de los negocios de reclamaciones» contra la banca, algunos de ellos «muy rentables», en los que se mezclan «los casos de personas que realmente merecen ser reparados con otros casos en los que se estimula sin ningún tipo de escrúpulo que personas formadas se declaren ante un tribunal ignorantes y analfabetas financieramente«.

La consejera delegada de Bankinter subraya que puede darse el caso de que el negocio de las reclamaciones llegue a ser más importante que el propio acto de colocación de un producto. «Si el negocio de las reclamaciones es bastante más sustancioso que el de las hipotecas ¿quién va a darlas y a qué precio? ¿Quién va a ser el valiente que se va a dedicar a ese loable y lícito negocio que es ayudar a la gente a cumplir ese sueño de su vida que es comprar una casa y poderla financiar?», se pregunta.

Todo este debate «va más allá de lo simpática o antipática que pueda parecer la banca», porque lo que «se pretende transmitir que la banca es perversa por naturaleza», cuando se trata de «un elemento esencial del sistema económico». «Se quiere extender esa idea de que los banqueros somos como los de Mary Poppins, los avaros que les estamos sacando el dinero a la gente, pero no creo en esa banca, sino en la que es un financiador de sueños de la gente», insiste María Dolores Dancausa.

También critica ese «regocijo» general ante las sentencias desfavorables a la banca, que «no procede de personas que estén resentidas o que hayan tenido un conflicto concreto con algún banco, sino que está bastante generalizado entre organismos, personalidades y periodistas».

«Esto es un despropósito, debe haber una reflexión de toda la sociedad para parar esta locura», proclama la consejera delegada de Bankinter, que se queja además de que se trate a la banca como un bloque homogéneo cuando «no todos los bancos somos iguales, y hay entidades que tratamos de hacer las cosas de la mejor manera posible». Admite que es necesario hacer autocrítica, porque la banca «se ha equivocado y ha hecho cosas mal», como prueba la reestructuración, centrada en cajas de ahorros gobernadas «por políticos, no por profesionales del sector». Pero subraya que la banca «ha pagado con creces» sus errores.

María Dolores Dancausa advierte también sobre los riesgos para la seguridad jurídica y para la captación de inversores en un «clima tan agresivo para la banca».

La consejera delegada de Bankinter menciona expresamente las hipotecas multidivisa, que el banco comercializó por unos 2.000 millones de euros entre clientes de perfil medio-alto, «que sabían perfectamente lo que firmaban». «Los errores en la comercialización ya ha sido reparados, y se han tomado medidas para que no se vuelvan a repetir», zanja.

Récord en resultados recurrentes

Antes de esa diatriba contra el lucrativo negocio de las reclamaciones contra la banca, la consejera delegada de Bankinter presume de «resultados recurrentes récord, logrados entre dificultades y mayores exigencias de capital», incluso sacando de las cuentas el negocio de Portugal. Destaca especialmente que el negocio de clientes haya crecido el 9,9%; el 5,9% el crédito (cuando el sector baja el 3,1%); el 16,9% lor recursos de clientes (frente al 2,8% del sector).

Defiende las comisiones, que suponen el 22% el margen bruto de Bankinter, «cuando se aporta valor añadido al cliente». Si no, «es una fuente de irritación».

María Dolores Dancausa presume, sobre todo, de una morosidad del 3,56% (sin Portugal), que «es menos de la mitad que la media del sector». Y del «equilibrio, complementariedad, y fuente de ingresos recurrentes» que suponen las actividades de diversificación: Línea Directa, 21% del margen; Bankinter Consumer Finance, 7%, tras «un año absolutamente excepcional; Banca Privada, «que ha ido francamente bien pese al mal momento de los mercados».

Bankinter crece en nueva producción de hipotecas residenciales el 25,7%, y ya tiene una cuota del 8%, muy por encima de la que le corresponde por tamaño. Gloria Hernández, directora general financiera, destaca que el 15% de las nuevas hipotecas son a tipo fijo o mixto.

Otro dato que le gusta mucho a María Dolores Dancausa: el 31% de los clientes ya son exclusivamente digitales, y generan el 17% más de ingresos que los tradicionales.

La consejera delegada de Bankinter destaca también que Portugal aporta ya el 5% del margen bruto del banco, «debe aportar el 10% de los ingresos». «El reto ahora es completar la integración, y mejorar la eficiencia incrementando los ingresos, especialmente en banca de empresas».

En este ejercicio se notará más la aportación de Portugal, la mejora de la situación de los mercados impulsará el área de Banca Privada y Personal. Los proyectos digitales, de sinergias entre Línea Directa y Bankinter Consumer, entre otros, comenzarán a aportar a la cuenta de resultados. Pero la consejera delegada de Bankinter se cura en salud: «esto no significa que vayamos a ganar mcuho más que en 2016»

Y mensaje final para los accionistas: el dividendo seguirá siendo del 50% del beneficio y continuará pagándose totalmente en efectivo.