UGT y Comisiones Obreras (CCOO) celebrarán este jueves una oleada de protestas en empresas en conflicto por todo el territorio nacional para exigir a la patronal CEOE que ponga fin a los años de contención salarial. Las protestas tendrán lugar en decenas de empresas, especialmente en aquellas que están embarcadas en la negociación sin éxito de convenios colectivos, o con otros conflictos abiertos, como despidos.

La protesta tendrá lugar en forma de paros, concentraciones y asambleas en las empresas. Afectará sobre todo a las empresas que se hallan negociando sus propios convenios colectivos. Y a otras entidades, como BBVA, donde los sindicatos mantienen una campaña en contra de lo que denominan como “oleada” de despidos. En el caso del banco, la sección sindical de BBVA se concentrará a las 10.00 de la mañana frente a la sede territorial de la entidad, en el Paseo de Recolectos de Madrid, para exigir que no prosigan los despidos en esta entidad financiera.

En la jornada de movilización participarán los secretarios generales de ambos sindicatos, Ignacio Fernández Toxo y Pepe Álvarez, con una asamablea y concentración a las 9:30 h, en la fábrica de la empresa John Deere Ibérica, en Getafe, y posteriormente, a las 11.30 horas, intervendrán en una asamblea conjunta de delegados sindicales, que se celebrará en la sede de UGT de la madrileña Avenida de América.

En Cádiz, la protesta tendrá lugar en forma de paro en la empresa Qualytel; en Sevilla, con una manifestación frente a la sede de BBVA; en Aragón, Asturias y Cantabria, con diversas concentraciones frente a sedes patronales, y asambleas; al igual que en Castilla y León; mientras que en Castilla-La Mancha, las protestas tendrán lugar frente a las sedes de empresas como Airbus, Repsol, Mahou, Lactalis.

En Cataluña, la jornada de reivindicación sindical tomará forma de concentración en Barcelona, entre otros actos, mientras que en el País Vasco, habrá paros en diversos centros de trabajo y concentraciones, al igual que en Extremadura.

En Galicia, por su parte, la protesta consistirá en concentraciones frente a sedes administrativas y empresariales, como Navantia; al igual que en Baleares, con concentraciones frente a la empresa Brillosa Limpieza, filial multiservicio de Eulen, y en otras comunidades como Canarias, Murcia, Navarra, La Rioja o Comunidad Valenciana.

Discrepancias sobre salarios

Con esta protesta en todo el Estado, los sindicatos demandan a CEOE una subida salarial de entre el 1,8% y el 3%, así como blindar los salarios contra la inflación, cuyo incrementó rondará el 2,2% en 2017, según las previsiones del Gobierno.

Además, los sindicatos exigen a los empresarios que fijen un suelo a las subidas salariales, a fin de que ningún trabajador vea su sueldo congelado en el presente ejercicio, que es el tercero de vigencia del acuerdo por el empleo y la negociación colectiva, cuya renovación permanece encallada a pesar de lo avanzado de la fecha.

Los sindicatos quieren lograr que los empresarios los ayuden a quebrar la potencia de la última reforma laboral, que ha aumentado las prerrogativas empresariales en cuestiones como salarios y otras condiciones laborales. Desde su aprobación en 2012, los empresarios han visto aumentar su poder para recortar sueldos y otras condiciones, por diversas vías, como las inaplicaciones de convenios colectivos, la modificación sustancial de condiciones de trabajo, o la prevalencia del convenio de empresa sobre el de sector.

Todo esto ha debilitado el poder de los sindicatos, que ahora quieren revertir los efectos de la reforma laboral y mejorar la capacidad adquisitiva de los trabajadores, muy mermada – sobre todo en los salarios más bajos – después de la larga crisis, y que, ahora, durante la recuperación, tampoco parece repuntar.

Para CCOO y UGT, los empresarios están “eludiendo” sus responsabilidades al negarse a fijar una cifra que marque el incremento salarial para 2017, más allá del 1,5% propuesto por CEOE, sin límite por debajo, y que las centrales consideran “inaceptable”.

CCOO y UGT llaman los trabajadores a participar en las movilizaciones convocadas este jueves 23 de marzo, y han advertido a los empresarios sobre una posible huelga general el próximo otoño si, en este caso, el Gobierno se niega a incluir sus reivindicaciones en la configuración de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2018.