Como muchos negocios, la plataforma Urvan, especializada en servicios de belleza a domicilio, nació de una necesidad. Sus creadores tenían jornadas maratonianas y no les daba tiempo ni a ir a la peluquería a cortarse el pelo. Así se les ocurrió montar esta empresa, que no ha parado de crecer desde su lanzamiento en enero, como tantas otras del contexto “a domicilio” que la tecnología ha propiciado, especialmente en el campo de la foodtech, como Misamplás.
Con solo unos clics, tanto a través de la web como de una app para iOS y Android, Urvan facilita todo tipo de servicios relacionados con la estética (peluquería, manicura, maquillaje, depilación…) incluidos eventos como beauty parties, novias o despedidas o cualquier otro en el que se necesiten a profesionales relacionados con la belleza. La solución perfecta para los que no tienen tiempo, personas mayores o cortarse el pelo toda la familia el mismo día. De momento, solo opera en Madrid y Valencia, pero en 2018 se expandirán por otras grandes ciudades españolas.
El proceso para contratar un tratamiento estético es supersencillo: tecleas el código postal, seleccionas el servicio, eliges día y hora y confirmas la reserva con el pago con tarjeta de crédito. Los precios no son baratos, pero sí comerciales y razonables, y van cambiando en función de la oferta y la demanda. Es un precio dinámico, es decir, que si un martes no está muy solicitado, es más asequible y al revés, un día más saturado saldrá más caro. Si el servicio se encuentra alejado, cobran un suplemento de 2 euros por el desplazamiento. Además, hay packs promocionales, por ejemplo, uno familiar para peluquería.
Una de las grandes ventajas de Urvan es que se adapta a los horarios del usuario. Una flexibilidad que abarca incluso horarios raros. El sitio en el que recibir el tratamiento puede ser en casa, en el jardín, en la habitación de un hotel o, por qué no, en la oficina. Actualmente, la plataforma cuenta con 30 profesionales. Estos se llevan el 80% del dinero que el cliente paga por el servicio. El resto se lo queda Urvan que gestiona y controla todo en la plataforma. “No somos un marketplace, sino que funcionamos como Uber, ponemos en contacto a profesionales y usuarios y nos encargamos de que las transacciones cumplan las garantías y fijar los precios”, explica Quique Arranz, director de Urvan.
Los profesionales, que pueden elegir el horario y la zona en la que quieren trabajar, los seleccionan ellos mismos. Primero les entrevistan y si les gusta hacen una prueba técnica para comprobar que realmente saben dar el servicio. Suelen entrevistar a uno de cada 15 currículums que reciben. Y solo uno de cada cinco que entrevistan consigue el trabajo. “La demanda ahora mismo está siendo muy fuerte, nos cuesta más conseguir profesionales que clientes”, afirma Arranz. Los productos con los que trabajan son de marcas recomendadas para peluquería y estética para garantizar que la calidad sea la adecuada.
El principal inversor de esta startup 100% española es Rodrigo Silva-Ramos, emprendedor con experiencia en el mundo tecnológico por Geeksphone, empresa que lanzó el primer smartphone con sistema operativo Firefox OS de la mano de Telefónica, y Blackphone, un smartphone diseñado para proteger la privacidad del usuario.
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