El peso del empleo público sigue descendiendo pese al avance de los servicios

18/12/2017

Luis M. del Amo. El 19,3% de los ocupados en España trabajan para el sector público, 2,4 puntos menos que en 2012.

Casi uno de cada cinco personas del total de ocupados en España, incluyendo a los autónomos, trabaja en el sector público. Esta proporción, que ahora alcanza el 19,3%, viene descendiendo desde 2012. Pero aún se encuentra por encima del 18% que se registraba antes de la crisis, en 2008, cuando comenzó el terremoto laboral cuya magnitud ha sacudido la composición del mercado de trabajo en España, según destaca la segunda entrega del V Observatorio Laboral de Adecco con datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que elabora el INE.

El estudio, que además de la ganancia de peso del empleo público, destaca también las enormes diferencias por autonomías, pone también de relevancia el proceso de terciarización de la economía a lo largo de la década, con una pérdida de peso muy acusada del empleo industrial y sobre todo en la construcción.

Los 19 millones de ocupados en España, el número más alto en ocho años, se dividen en 15,9 millones de asalariados y 3,1 millones de no asalariados. Los primeros, los asalariados, se componen de 12,8 millones del sector privado, y de 3,1 millones del público.

Por su parte, los segundos, los no asalariados, suman un contingente formado por 2 millones de autónomos sin personal contratado, y unos 970.000 empleadores, además de casi 120.000 más en otras situaciones, según datos correspondientes al tercer trimestre.

En relación al año anterior, aunque ha descendido el número de autónomos, la buena noticia es que el número de empleadores crece a un ritmo anual del 5,6%, más de 50.000 personas.

Empleo público decreciente

Con relación al total de ocupados, el empleo público viene aligerando su peso desde el año 2012, cuando alcanzó el 21,7% del total. Aquel año, tras aprobarse la ley de estabilidad presupuestaria con duros recortes, el porcentaje comenzó a descender, hasta situarse, en 2017, tras acumular tres años de crecimientos anuales del empleo, en el 19,3%, es decir, 1,3 puntos por encima de la tasa del 18% de 2008, con datos también del tercer trimestre.

Un descenso del empleo público que los sindicatos cifran en la pérdida de 350.000 efectivos desde 2012 hasta la fecha. Y que conforma una tendencia constante en la próxima década, según algunos expertos, habida cuenta del penoso estado de las finanzas públicas y del descenso esperado de la población, que aligera la necesidad de personal en algunas áreas de la función pública, como la educación.

Grandes diferencias por comunidades

La proporción de empleo privado y público muestran grandes diferencias por comunidades autónomas. Hay dos regiones donde el empleo público supone una quinta parte o más de la ocupación total, como Extremadura y Castilla-La Mancha; un 25,7% y un 20,2%, respectivamente.

En el lado opuesto, Baleares y Cataluña son las comunidades con menor peso del empleo público sobre el total, con un 10,8% y un 12%, respectivamente.

Solo en cinco regiones el peso del empleo asalariado privado supera el 70% del total; a saber, Madrid, Cataluña, Canarias, Comunidad Valenciana y Baleares.

En el lado contrario, tan solo en tres regiones el empleo no asalariado representa más del 20% del conjunto, como son Galicia, La Rioja y Extremadura.

Más servicios

La sacudida de la crisis también ha acentuado la tendencia a la terciarización del empleo en España. Hoy, dos terceras partes de los ocupados trabajan en una de estas tres grandes ramas de actividad, como son el comercio y la hostelería (un 30% del total), las administraciones públicas y los servicios sociales (un 21%) y las manufacturas (12%).

Sin embargo, mientras comercio y hostelería, y administraciones públicas y servicios sociales han ganado peso en el conjunto del empleo (2,2 puntos, el primero; y 3,3 puntos, el segundo); la industria manufacturera retrocede 1,8 puntos en ese período, desde el anterior 14,5%.

Aun así, como es sabido, el sector de la construcción es el que sufre la mayor mutación. En los nueve años estudiados, el ladrillo patrio ha pasado de emplear a un 11,8% de la población ocupada, a un magro 6,1%; lo cual, en términos absolutos, supone ni más ni menos un retroceso del 52,2% en su volumen total de empleados.

Le siguen en cantidad de empleo perdido, la industria manufacturera, con un 18,9% menos de ocupados, y finanzas y seguros, con un 12,3% de caída.

Canarias y Baleares son las dos regiones que muestran mayor número de ocupados en comercio y hostelería, ambas por encima del 45% del total.

En el lado opuesto, Navarra y La Rioja ostentan el mayor peso del empleo industrial, la primera con un 25,7% sobre el total y la segunda con un 22,3%.

En el caso de Navarra, el empleo en comercio y hostelería (22,2%) pesa incluso menos que el industrial.

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