El viernes pasado se produjo el mayor robo de la historia de criptomonedas: Coinchek, una de las casas más grandes de intercambio de monedas digitales en Japón, ha confirmado que fue víctima de un hackeo masivo en el que ha perdido 523 millones de criptomonedas NEM, lo que equivale a unos 534 millones de dólares. Las monedas fueron robadas a través de varias transacciones no autorizadas y trasladadas a otra cuenta.

Las monedas robadas se encontraban guardadas en una “carpeta caliente”, es decir, una alternativa de almacenamiento para pequeñas cantidades que está conectada a internet (de ahí que hayan podido acceder), mientras que en un monedero o “carpeta fría”, normalmente reservada para ahorros cuantiosos, los activos se mantienen offline. Aunque en realidad en estos monederos no se almacenan criptomonedas, sino las claves privadas para acceder a estas carteras, las cuales se guardan en programas que actúan como monederos.

Este es el último gran robo de criptomonedas, pero el año pasado se produjeron muchos más. ¿Y si en vez de guardarlas con una solución de software fuera una de hardware? Eso es lo que proponen los creadores de HooFoo: presumen de haber lanzado al mercado la primera cartera de criptomonedas de hardware y software a prueba de hackers. El proyecto recaudó casi 62.000 dólares en la campaña en Indiegogo el pasado diciembre.

HooFoo consta, por un lado, de una moneda, con un tamaño similar a una de diez centavos, que actúa como una cartera y mantiene la clave privada sin exponerla nunca, asegura su fundador, Chadric. Se empareja con el smartphone a través de bluetooth y esto permite que las transacciones se produzcan en un ambiente seguro, ya que se firman y se almacenan fuera de línea. Por otro lado, esta moneda física se guarda en una cajita que actúa como cargador inalámbrico. Además, funciona como una solución de copia de seguridad.

Compatible con iOS y Android, la cartera HooFoo va más allá del Bitcoin, también puede utilizarse con otras criptodivisas. La app vinculada con ella permite ver gráficos de divisas en tiempo real y te avisa con una alarma de cuándo es un buen momento para invertir. Para iniciar sesión en esta aplicación se requiere de un PIN, la huella dactilar o por reconocimiento facial.

Cuando las criptomonedas se almacenan en un USB están expuestas a malware, ya que se puede infectar a través del puerto USB, es decir, que la cartera puede ser hackeada por esa vía mientras el PC esté conectado a internet. En cambio, HooFoo envía los datos de la transacción cifrada a través de bluetooth encriptado, lo que “hace imposible que los hackers roben las monedas”, explican en Indiegogo. Otra ventaja más: para efectuar la transacción no se necesita ni un portátil ni wifi, basta con el smartphone para transferir de forma segura y en unos segundos.

Hoofoo puede comprarse ya a través de la web, aunque las primeras unidades no se entregarán hasta junio.