Las protestas en Francia, y el intento del presidente francés Macron de aplacar la ira de los chalecos amarillos con el anuncio de una subida del salario mínimo, han tenido su repercusión en España. Tanto el Gobierno como los sindicatos enarbolan la protesta gala como un respaldo a la subida del salario mínimo pactada en España, hasta los 900 euros en 2019; una subida que el Gobierno se compromete a aplicar aunque tenga que recurrir a la vía del real decreto ley.

Para el Gobierno, la promesa de Macron de elevar al salario mínimo francés hasta casi 1.500 euros, apuntala la idea de que el Ejecutivo de Sánchez, que pactó esta medida con Unidos Podemos sin consultar a los agentes sociales, no “enloqueció” cuando decidió aplicar una subida del 22% a la renta mínima salarial española, hoy fijada en 735 euros, por catorce pagas, tal y como advirtió hoy la titular de Trabajo, Magdalena Valerio.

Por su parte, para los sindicatos, las protestas desestructuradas de los franceses, organizadas sin un ideario claro, y que reúnen a gente dispar bajo el símbolo del chaleco amarillo, avalan la tesis de que el futuro del empleo “está en disputa”, y que este debe “cogobernarse” con la participación de las organizaciones sindicales.

“Queremos cogobernar los cambios, para que los cambios no nos pasen por encima; porque cuando los cambios nos pasan por encima, las reacciones de la sociedad son absolutamente inesperadas”, afirmó el líder de Comisiones Obreras (CCOO), Unai Sordo, este martes en unas jornadas organizadas por el Consejo Económico y Social (CES) en torno al futuro del empleo.

‘Destopar’ las bases máximas de cotización

Sin embargo, la cogobernación de los cambios atraviesa un momento delicado en España, a juzgar por las declaraciones sindicales. La subida del salario mínimo interprofesional (SMI) a 900 euros, por catorce pagas, en 2019, ha sentado como un tiro a CEOE. Y el Gobierno, que no renuncia a subir otros 100 euros a esta renta, hasta los 1.000 euros en 2020, según dijo hoy la ministra de Hacienda, y que ha prometido aprobar la subida por decreto, debe pasar ahora por el trámite de convocar a los agentes sociales, en teoría para consensuar los cambios.

El Gobierno insiste en que la subida del salario mínimo se aprobará por real decreto ley este mes, a fin de que esté vigente el próximo uno de enero. Una vía rápida que no utilizará en cambio con la subida prometida de las pensiones, que deberá esperar a que se tramiten los Presupuestos Generales del Estado (PGE) – lo que podría tardar medio año –; y aplicarse de manera retroactiva, desde el 1 de enero, en caso de que las Cortes respalden las cuentas del presidente Pedro Sánchez.

Pero aún queda margen de actuación en relación a la subida del salario mínimo. CCOO ha instado hoy al Gobierno a aprovechar el trámite para ‘destopar’, siquiera parcialmente, las bases máximas de cotización a la Seguridad Social.

“Está claro cómo la subida del salario mínimo va a afectar a las bases mínimas de cotización. Lo que no está escrito es cómo afectará a las bases máximas”, ha dicho Unai Sordo en el mismo foro. Según el secretario general de CCOO, el acuerdo con el anterior presidente del Gobierno Mariano Rajoy previó que la subida del salario mínimo pactada entonces – en 2017; hasta los 850 euros en 2020 – afectaba también a las bases máximas de cotización; hoy fijada en unos 3.750 euros, a partir de los cuales no se cotiza (aunque tampoco se generan derechos sobre la futura pensión).

La idea de CCOO es eliminar ese tope, y que, por ejemplo, un salario de 6.000 euros cotice íntegramente por esa cantidad, y no solo por los primeros 3.750 euros como ahora; aunque más adelante, cuando el perceptor de ese salario se jubile, el ‘destope’ lleve implícito un aumento de la pensión máxima, hoy establecida en unos 2.580 euros brutos al mes.

Álvarez: “La negociación con CEOE no da más de sí”

Además, los sindicatos quieren que el Ejecutivo recurra también a la vía del real decreto ley para desmontar la reforma laboral del PP. Según el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, la negociación con los empresarios “no da más de sí”, y el Gobierno debe tomar las riendas, echando abajo por decreto algunos artículos de la normativa laboral.

Sin embargo, en este sentido, los empresarios parecen haber logrado una victoria parcial, o al menos una tregua, a juzgar por el balance lanzado ayer por el Ejecutivo sobre sus seis meses de Gobierno, y en el que, en el listado de asuntos pendientes, ha desaparecido una cuestión capital para los sindicatos y que llegó a ser anunciada por el ministerio de Valerio, como es la vuelta a la prevalencia del convenio de sector sobre el de empresa.

En este sentido, el líder de CCOO instó hoy de nuevo al Ejecutivo a pasar de una primera etapa, marcada por el “decir”, a una fase donde predomine el “hacer”. Para Sordo la subida del salario mínimo es positiva. Pero, añadió, “gran parte” de la desigualdad generada en los últimos años, que han sufrido las rentas más bajas es “consecuencia” de la reforma laboral del PP.

“Hay que huir de la política de anuncios”, reiteró.